Viney explica su salida

Ha pasado casi un mes desde que Drew Viney abandonara repentinamente el CB Valladolid camino de Estados Unidos. Su salida, con cierta nocturnidad y sin apenas dar explicaciones a nadie, se vio envuelta en un clima de extraña confusión, ya que el representante fue el que se puso en contacto con el club para comunicarle su marcha y, de paso, que el propio jugador había roto con ellos y había firmado por otra agencia.

La versión oficial del club, por boca de Ricard Casas, hablaba de que Viney “no quiere seguir. Si alguien viene a hacer lo que a él le interesa, no nos vale”, además de definirlo como “un jugador débil y con una mentalidad pobre”, finalizando con un lacónico: “No tuvo tiempo ni de cansarse”. Nada más se supo.

Pero Valladolid Deporte ha contactado con el jugador y éste ha accedido a explicar su versión de los hechos, aunque de una manera no muy concreta. Inicialmente, Drew Viney argumenta que “dejé el equipo porque no fueron capaces de cumplir con su parte de nuestro acuerdo, nada más y nada menos. El club tenía mis intereses en mente tal y como yo los tenía para que el equipo mejorase”. Lo que no quiso matizar es ese concepto, aunque no se refiere a aspectos económicos, como confirmó el club en su momento, ni a problemas de disciplina, como ha reconocido el propio Viney: “No hubo altercados ni cosas negativas que pasaran en el equipo durante mi estancia”, afirma el americano.

Si ya hubo dos jugadores que abandonaron la disciplina del CB Valladolid, Antonio Porta y Luther Head, por discrepancias abiertas con Ricard Casas, este no ha sido el caso de Drew Viney, ya que “mi relación con los entrenadores y con los jugadores fue buena y positiva, ya que todos nos llevábamos bien dentro y fuera de la cancha”, reconocía. El mensaje que deja el jugador a Ricard Casas dista mucho del que ha recibido del entrenador: “Es un técnico muy bueno, al igual que Antonio (Pérez), y trabajaron muy duro para mejorar el esfuerzo individual del equipo. Lo que él dijo sobre mí es cosa suya y no puedo cambiar lo que piensa, pero yo respeto al cuerpo técnico y también a Felipe Martín”, explicaba para, finalmente, despedirse con una llamada al optimismo: “Con todos ellos al timón, el futuro del CB Valladolid se encuentra en buenas manos”.