Nacho Coque, segundo arriba por la izquierda, en la final de Lituania. FOTO feb.es
Nacho Coque, segundo arriba por la izquierda, en la final de Lituania. FOTO feb.es
Nacho Coque, segundo arriba por la izquierda, en la final de Lituania. FOTO feb.es
Baloncesto  |  Selección Española

Un pucelano "orgulloso de pertenecer a este gran grupo"

19 de Septiembre de 2011
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Un Nacho Coque que este lunes, justo antes de la recepción en La Moncloa y de todos los festejos preparados por el título conseguido, hablaba en la edición regional de Radio Nacional para afirmar en primer lugar que "la gente, muchas veces, no se da cuenta del nivelazo de nuestro equipo, porque muchas veces es un nivel muy alto". Y es que este profesor de instituto tiene claro que "se trata de un equipo que cuando carbura, y tiene la suerte de no tener lesiones, en forma de golpes, es un conjunto muy difícil de parar. Hace un baloncesto espectacular". Un nivel que tiene claro que "no va a ser eterno", por lo que insiste en valorar lo conseguido.


Pero Nacho Coque también se refería a la humanidad que reina entre los chicos del baloncesto, marcados en los últimos años por noticias trátgicas como el fallecimiento del padre de Felipe Reyes, o anteriomente del de Víctor Claver o el técnico Pepu Hernández: "Cómo son capaces de encauzar sus energías hace que el grupo se una aún más. Y el nivel de complicidad es extraordinario. Se vio cuando Juan Carlos le dijo a Felipe que coja la Copa de campeones".


El preparador físico de la Selección de Baloncesto se refirió al ambiente distendido que reina en el equipo, en los tiempos de ocio. "En Lituania no había muchas alternativas de ocio y en el hotel siempre el grupo iba junto a casi todo. Tuvimos mucho frio y lluvia y eso se ha compensado con  partidas de cartas y risas", afirmó. Por todo ello no duda en afirmar que se sentía "orgulloso de pertenecer a ese grupo, y lo bien que se lo pasan juntos. Y esa es la clave del éxito".


Ahora el preparador físico vallisoletano volverá a sus clases pero con la mirada puesta ya en los Juegos Olímpicos de Londres. "De cara a los Juegos mi misión es de un seguimiento normal de cómo están los jugadores, todos y no sólo los doce que han ido, y de cómo estarán cuando lleguen en julio del año que viene a esa cita tan importante".


Por último, y a título personal, el preparador físico de la Selección de la baloncesto quiso dedicar esta medalla de oro "a mi familia, a mi mujer, mis hijos, mis padres y mis hermanos, que son los que me han aguantado todo este tiempo, y mi abuela, recientemente fallecida, y que era una fiel seguidora de nuestro equipo".