Hansen y Baró durante la toma de posesión de la presidencia. FOTO: Mariano González
Baloncesto | C.B. Valladolid
Tensa espera en Pisuerga
20 de Agosto de 2013
Si el pasado verano ya fue de aúpa, el actual no se está quedando atrás en las oficinas de Pisuerga. Tras la buena noticia que supuso la inscripción oficial en la ACB allá por julio, previo pago de la cantidad requerida por la liga, el propio presidente, Mike Hansen, reconoció que quedaba lo más difícil: encontrar patrocinadores para elaborar un presupuesto de mínimos y poder, así, afrontar la deuda acumulada en los últimos dos años.
Las buenas noticias llegaron cuando la junta directiva reconoce que el montante económico necesario para encarar la temporada está próximo a cerrarse; eso sí, con una limitación muy importante en cuanto a la cuenta de gastos, ya sea en plantilla o en personal. Pero la balanza morada siempre está desequilibrada; las pesas negativas siempre superan a las positivas. En este caso ha sido Mike Hansen, en declaraciones a la Cadena SER, quien ha reconocido que la deuda que arrastra el club, cercana a los 2,5 millones de euros, está comiendo cualquier posible viabilidad. De hecho, el máximo mandatario pucelano ha anunciado que si no hay una solución a este problema, en septiembre dejaré de ser presidente, marcando como fecha decisiva el próximo viernes.
La entidad vallisoletana podría estar ante las horas más críticas del verano, sobre todo en cuanto a confianza exterior, porque Hansen ha reconocido que, esté él o no, tiene la sensación de que el club militará en ACB esta temporada. Opinión que comparte Javier Baró, adjunto a la presidencia.
Consultado por Valladolid Deporte, Baró se ha mostrado confiado, ya que los propietarios están tranquilos siguiendo, sin duda, la línea marcada por el presidente con respecto a la presencia del equipo en la máxima categoría nacional. Por contra, la mano derecha de Hansen, ha reconocido que el tiempo se acaba y que hay que encontrar una solución, como un calendario de pagos o una reordenación de la deuda acumulada en estos dos últimos años para que las previsiones más optimistas se hagan realidad y se pueda ver baloncesto del más alto nivel en la cancha de Pisuerga.