Ricard Casas: "Tengo buenas sensaciones con el equipo"

A las puertas de la inauguración oficial de la ACB, Ricard Casas y su cuerpo técnico siguen trabajando a contrarreloj para que el CB Valladolid llegue en las mejores condiciones. Con dobles sesiones diarias de entrenamiento, la plantilla morada debe cubrir en quince días la preparación que, normalmente, se hace en un mes. “Estamos intentando limpiar los conceptos, identificarlos y seguir mejorando”, admite el manresano.

La sensaciones que le transmite el equipo cada vez son mejores, según sus propias palabras : “Tengo buen feeling, los jugadores están trabajando muy bien, implicados, y cada uno está buscando su situación y el liderazgo propio en el que pueda aportar”. El plan elaborado por el cuerpo técnico está siendo muy exigente, pero Casas añade que “además, debemos coger un buen ritmo competitivo”.

“Tenemos el mejor grupo de jugadores posible”, sentencia el preparador catalán, “Hemos tomado las decisiones con mucha coherencia y no es momento de pensar si nos falta algo o no. Nuestra plantilla es la mejor del mundo”. Según desarrolla Ricard Casas, con este grupo “cubrimos muy bien el talento ofensivo y el talento defensivo. También tenemos repartido el trabajo de intangibles, los aspectos que no se ven, y que son muy importantes”.

Con esta configuración, es de recibo analizar cómo y a qué va a jugar este nuevo y remodelado CB Valladolid. Casas tiene muy claro un aspecto: “Vamos a jugar a implicarnos en el trabajo. Queremos generar en el plano defensivo para poder jugar rápido a partir de ahí”. La inteligencia, tanto en pista como fuera de ella, es algo por lo que siempre ha abogado el técnico morado, y sigue haciendo gala de ello. “Debemos jugar a ser inteligentes y entenderlo lo más rápido posible”, concluye.

Durante la semana de presentaciones que se han ido sucediendo en estos últimos días, los jugadores han destacado la buena química generada en tan poco tiempo. Ricard Casas también lo percibe: “Es un aspecto necesario y debemos mantenerlo. El equipo debe formar parte del jugador y esa es una necesidad básica sobre la que trabajar”, explica. Y si el cuerpo técnico está contento con el trabajo de sus jugadores, a la inversa la sensación es, cuanto menos, parecida. Toda la plantilla alaba los métodos y el modus operandi de Casas y su cuadrilla. “Un entrenador debe acercarse individualmente a la persona de manera que el grupo siga la línea que marcamos colectivamente”.

La cita más inmediata tiene un nombre que asusta: Real Madrid. Pero en el CB Valladolid son expertos en dar la campanada, como sucedió el año pasado en el Palau Blaugrana. Una machada de esas características supondría entrar en el Olimpo del baloncesto patrio, algo que Ricard Casas no quiere ni oír: “No debemos hacer lecturas de lo que ocurrió el año pasado. Hay que dejar los tópicos aparte y hacer el mejor trabajo posible porque el equipo llega en la mejor forma posible, sin presión”, admite.

Con los dos primeros partidos fuera de casa, el entrenador catalán no ve el día en que dispute su primer partido en Pisuerga como local: “Tengo muchas ganas de que el equipo conecte con la afición y de conectar yo mismo”, reconoce con una sonrisa, aunque pone de manifiesto que “debemos responsabilizarnos con nuestra gente, ya que tenemos que dar todo para enganchar al aficionado”. Finalmente, Casas lanza un mensaje al aficionado vallisoletano: “Nosotros vamos a intentar que cada persona se ilusione, que valore nuestro trabajo y que esté contenta con nosotros”.