Mike Hansen da pistas sobre su despedida

Lo avisó Hansen a lo largo de la presente semana. Si en los próximos días no brilla un rayo de luz en el túnel pongo mi dimisión sobre la mesa, aseguró el, de momento, presidente del CB Valladolid, con otras palabras. El apagón continúa y las maletas de Hansen parecen estar a punto de cerrarse para emprender viaje a otra aventura lejos de Pisuerga.

No hace falta ser Sherlock o Poirot para deducir que las pistas apuntan a la inminente dimisión del de Torrejón de Ardoz, que publicó a través de su perfil de Facebook un mensaje tan breve como esclarecedor: "Adiós Valladolid. Siempre te llevaré en el corazón". La rotundidad de las palabras se acompañan por una foto de la grada de Pisuerga. Blanco y en botella. 

 

Las reuniones con el ayuntamiento en su búsqueda de una línea de crédito que cubriera las cantidades pendientes no ha dado sus frutos. El trabajo de la junta directiva ha chocado frontalmente con una deuda imposible de asumir.

No por esperada deja de ser devastadora la noticia de la semana en el baloncesto pucelano. Todo apunta a que Mike Hansen dejará de ser presidente del CB Valladolid con efecto inmediato. Una noticia que se podría confirmar en la rueda de prensa que ha convocado el club para la mañana del viernes. La causa que explica esta decisión obedece única y exclusivamente al impedimento, por parte de la directiva, de afrontar los 2,5 millones de deuda que arrastra el club. Esta rémora ha eliminado cualquier capacidad de maniobra de cara a buscar patrocinadores que dieran viabilidad a la entidad de Pisuerga y ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Hansen.

El ya expresidente morado ha declarado sentirse "roto, sin ganas de nada" por verse forzado a tomar una medida tan drástica. El ayuntamiento, tras las reuniones celebradas, no ha podido garantizar una línea de crédito estable que avalara esta deuda, generada por las directivas de José Luis Mayordomo y José Luis de Paz en los últimos dos años.

Ante esta situación, el futuro del CB Valladolid adquiere una tonalidad cada vez más oscura. Sin presidente, con los empleados a punto de tirar la toalla y sin técnico ni jugadores para disputar la ACB. La credibilidad ganada por el tándem Hansen-Baró cae en saco roto y las posibilidades de que se vea baloncesto de alto nivel en Pisuerga se reducen a la más mínima expresión. A pesar de todo, Hansen ha declarado que "hay que seguir apoyando, ya que ni el club ni su historia tienen la culpa de la situación actual". Un plato roto que pagarán los corazones de todos los aficionados al baloncesto en la ciudad.