Integrantes del equipo de la Universidad de Valladolid. FOTO: V.D.
Integrantes del equipo de la Universidad de Valladolid. FOTO: V.D.
Integrantes del equipo de la Universidad de Valladolid. FOTO: V.D.
Baloncesto  |  Universidad de Valladolid

La UVa se gradúa con honores

14 de Mayo de 2015
El equipo de baloncesto masculino de la Universidad de Valladolid obtuvo una  brillantísima medalla de bronce al Campeonato de España Universitario de Baloncesto que se disputó  en Sevilla del 4 al 7 de mayo, al vencer 71-84 en el decisivo partido contra la Universidad de Málaga.


Desde los campeonatos de la Rioja en 2002 (plata bajo la batuta de Ángel Sierra) y el oro en el campeonato de Málaga en el 2005, la UVa es un fijo del medallero, con dos platas en 2009 (Huesca) y 2010 (San Sebastián), y un bronce en 2012 (Almería).


No fue nada fácil el conseguir esta medalla: el grupo era muy duro, con el máximo favorito al título y a la postre vencedor, UCAM de Murcia, con jugadores de la talla de Pepe Llorente y Alberto Martín (internacional y ACB en la actualidad), y los dos últimos subcampeones, Universidad de Zaragoza (con jugadores de la cantera del CAI, como Van der Bergh) y la Universidad de Málaga  (con el ex-ACB Luis Conde en sus filas).


La primera jornada el equipo pagó el exceso de nervios contra la UCAM de Murcia.  Aún así mantuvo el tipo hasta el descanso (28-21) con una gran defensa pero a partir de este momento la UCAM impuso su superioridad llegando al 82-51 final.


La segunda jornada era crucial para poder disputar las medallas; el partido fue muy equilibrado, pero finalmente el acierto en los triples de los maños decantó el partido a su favor, 76-83.


Este resultado dejaba las cosas muy complicadas para los vallisoletanos: debían vencer por más de doce puntos a Málaga y que UCAM no pinchara ante Zaragoza (ambos se jugaban el pase a la final).  Desde la rueda de calentamiento se vio que los vallisoletanos tenían otro talante, con mucha menos tensión que los partidos anteriores.  Salieron al partido muy centrados, con Pablo Esteban y Alejandro Heras inconmensurables.  Con 19-24 acabó el primer cuarto.  Los vallisoletanos seguían muy centrados en hacer su partido, pero la fortuna en los lanzamientos de 3 puntos de los malagueños les llevó a empatar el partido al descanso, 38-38.  


Los vallisoletanos sabían que tenían que llegar al final igualados, pues los malagueños tenían que ganar para ser medalla.  A falta de dos minutos para finalizar el tercer cuarto, los de pucela se escapaban por 48-56, pero de nuevo los triples (hasta 13 anotaron los malagueños) igualaban el partido al finalizar el cuarto, 57-61.  Los vallisoletanos parecían bloqueados ante el acierto de los andaluces, pero con 68-62 a favor de los malagueños a falta de cuatro minutos llegó la reacción: las canastas de Viruega, amo y señor de la zona, y los triples de Asier, dieron la vuelta al partido.  Los malagueños acusaron entonces los nervios, al encontrarse en una situación que no esperaban, ya que no les valía una derrota aunque fuera por pocos puntos. 


 Con 8 puntos de ventaja y minuto y medio por jugar, los vallisoletanos supieron jugar sus bazas, evitando recibir canastas y anotando Axel y Pablo los decisivos tiros libres ante las faltas a la desesperada de los andaluces.  Cuando Pablo anotaba los tiros libres que ponían los trece de diferencia (71-84) y los de Málaga fallaban su último ataque, la alegría fue incontenible, tras un parcial de 3-22.  Aún así, hubo que esperar a confirmar la victoria de la UCAM, que disputaba su partido a la misma hora en otro pabellón.  El carácter mostrado por equipo, sobreponiéndose a los problemas físicos de Axel durante todo el campeonato, y a la lesión de Encinas en el último partido y sobre todo,  a las decepciones sufridas en los primeros partidos, es digno de elogio y valoración.  La medalla conseguida con tanto sufrimiento tiene de esta manera un sabor especial.