La dura realidad de Casas

Desde que aterrizó en Valladolid, Ricard Casas viene dando vueltas sobre la idea de competir dentro de la realidad del club. Hasta ahora, se había entendido como una situación de dificultad económica y de gestión en un CB Valladolid a la deriva, pero el técnico catalán ha variado su discurso y ha otorgado a su realidad la categoría de solución al problema. “Debemos tener clara nuestra realidad y luchar por nuestro objetivo, que es la salvación”. Nadie en su sano juicio hubiera marcado otro punto en el camino que no fuera eludir el descenso.

Con respecto al partido en Barcelona, el preparador morado comentó nada más acabar el partido que “estamos mal porque no hemos sabido hacer nada”, aspecto que remarcó este martes ante los medios de comunicación: “No nos gusta dar esta imagen, tanto por el club como por la ciudad, y debo pedir disculpas por esta actuación”, reconocía Casas, quien apuntaba que “los jugadores saben que, partidos como estos, en los que tenemos que pedir perdón, no ayudan al futuro del club”.

La imagen de desidia que ofreció el CB Valladolid durante el partido ante el FC Barcelona fue, quizá, la peor noticia. “Estamos preocupados por la actitud ya que, en lugar de afrontar el partido con más espíritu, no lo hicimos”, asumía Casas. Perder por una diferencia de 59 puntos, récord histórico de la ACB, supone una dura, durísima, dosis de realidad para el equipo y así lo piensa el entrenador de la escuadra vallisoletana: “Esto nos hace darnos cuenta de la liga en la que estamos”, aunque Casas es de la opinión que hay que saber “separar partidos”, refiriéndose a encuentros contra rivales de la liga del CB Valladolid.

En momentos de crisis, permanentes en el caso de los morados, es cuando se encuentran las grietas. Pero Ricard Casas lucha por esquivarlas y opina que “la fuerza del equipo es ser líderes todos juntos. Personalmente, tengo mi trabajo muy claro y estoy perfectamente capacitado para salir adelante”. El día a día de la plantilla no es una preocupación para el entrenador, si bien admite que “entrenamos bastante mejor de lo que jugamos. Trabajamos bien, tenemos claros los objetivos pero es cierto que loa plantilla está dando resultados irregulares”.

Nadie en el CB Valladolid había perdido un partido, a nivel profesional, por 59 puntos. Danilo Andjusic así lo explicaba: “Hemos perdido partidos por muchos puntos, pero nunca por tantos. Nunca habíamos vivido esto”. El serbio, que jugó con una herida abierta en el labio durante toda la segunda parte, comentó que “ninguno de nosotros hicimos todo lo que pudimos, pero no quiero hablar de ningún compañero en particular”.

El momento que vive el club no ayuda a conseguir resultados positivos y Andjusic considera que “es difícil estar en situación pero necesitamos creer en lo que hacemos y estar juntos”. El abuso de las individualidades en los partidos podría ser tomado como un síntoma de mala sintonía, algo que Andjusic desmiente categóricamente: “Nos llevamos bien entre nosotros y con el entrenador”.