Aranzana, en un imagen de archivo.
Aranzana, en un imagen de archivo.
Aranzana, en un imagen de archivo.
Baloncesto  |  CB Valladolid

Gustavo Aranzana: "Sigo pensando que Valladolid es mi sitio"

1 de Septiembre de 2013
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

A Gustavo Aranzana el anuncio de la marcha de Hansen de la presidencia del Club le afectó por todos los sitios imaginables. En lo personal, se iba una persona con quien le une una buena amistad; en lo profesional, se desvanecia una nueva opción de trabajo; y en lo colectivo, el CB Valladolid volvía a verse rodeado de las sombras de la desaparición. "Estaba muy ilusionado y preparado para empezar a buscar jugadores. Tenía un proyecto en la cabeza y un equipo medio confeccionado, y con muchas ganas de volver al Club de mi ciudad".


Pese a todo, el técnico vallisoletano sigue lanzando un mensaje de optimismo y también un aviso a navegantes. "Sigo ilusionado en el que esta entidad salga adelante, y confío en que los nuevos jefes sigan pensando en mí. Me encantaría poder trabajar para el club de mi ciudad y poder sacar adelante un proyecto, a pesar de todas las dificultades que existen".


No por cercanía Aranzana se sorprendió menos de la marcha de Hansen. "Hablaba con Mike de temas deportivos y unas vez veces le veía más ilusionado que otras. Sí es cierto que la última semana fue muy duro, pero no barajaba la posiblidad de dimitir y ha sido un chasco importante".


Aranzana ha apostado fuerte por el proyecto vallisoletano, dejando a un lado ofertas de dentro y fuera de España. "Renuncié a una oferta en Coruña porque pensaba que Valladolid era mi sitio. Y todavía sigo pensando que lo es, y que se puede salir y competir". De hecho, reconoce que "me siguen llamando agentes para ofrecerme jugadores y, si el tema económico se arregla, yo estaría encantado de seguir. Estoy a entera disposición de los que mandan, aunque es cierto que yo no tengo la última palabra".


El deseado por buena parte de la afición local habla ya de fechas para un hipotético proyecto. "Tiempo siempre hay, aunque cuanto más se deje caminar, peor. Si se pudiera empezar a hacer cosas el 9 de septiembre, habría cinco semanas para trabajar, o seis si tenemos en cuenta que el primer partido es contra el Madrid y se puede aplazar. Lo cierto es que hay que obrar rápido y tomar decisiones ya. No se puede demorar más una solución y la fecha tope es el 15 de septiembre", sentencia.