Los aficionados, durante su aventura donostiarra
Los aficionados, durante su aventura donostiarra
Los aficionados, durante su aventura donostiarra
Lamont Barnes, con dos jóvenes seguidores vallisoletanos
Baloncesto  |  Blancos de Rueda

Fieles hasta en la derrota

1 de Noviembre de 2010
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Fernando Lajo, enviado especial a San Sebastián


Un autocar lleno de aficionados del Blancos de Rueda Valladolid se desplazó hasta San Sebastían para ver el partido del conjunto de Fisac ante el Lagun Aro. La salida se realizó como estaba prevista a las 09.00 de la mañana del Polideportivo Pisuerga donde, por cierto, algunos iban con resaca después una jornada de fiesta.
 
Los aficionados no pararon de animar ni de cantar durante todo el trayecto hasta San Sebastián, a pesar de que se tardó casi cinco horas en llegar hasta donostia. Se llegó sobre las 14:00 de la tarde, con un clima estupendo y una temperatura ideal para pasear por el centro de la capital o por la playa de La Concha. Ahí, cada uno hizo lo que quiso. Se tuvo 3 horas libres para conocer las constumbres y tomar los pinchos donostiarras que son una delicia y muchas ciudades de España quisieran tener. Se salió a las 17.00 horas para llegar al pabellón donde se iba a disputar el partido, donde los primeros cánticos eran, cómo no, de los aficionados vallisoletanos.
 
Cuando el equipo saltó a calentar sólo se oían a los espectadores de Valladolid, que no pararon de animar a lo suyos durante todo el calentamiento. Durante la primera mitad, mucha alegría de la afición vallisoletana ya que se veía que se podía ganar el partido. Algunas decisiones de los árbitros fueron protestadas por los dosnostiarras y vaya si se oía el griterío, aunque descubrimos que en alguna ocasión los silbidos también eran de la megafonía.
 
Slaughter se lesionó y toda la afición vallisoletana aplaudió al jugador norteamericano porque estaba siendo importante en esos momentos. En el segundo tiempo, cuando el resultado peligró los pucelanos seguían animando y muchas veces hacían cayar a los donostiarras. Sin embargo, al final, caras tristes por la derrota del equipo. Pero eso sí, los jugadores se tienen que sentir orgullosos de su afición que incluso después del partido animaron a los de Fisac, pese a no jugar bien en el último cuarto.
 
Inesperado reencuentro
 
La vuelta se produjo sobre las 20.30 con caras largas de los aficionados después de un día complicado y un viaje largo. Pero lo mejor llegó después, cuando jugadores y cuerpo técnico coincidieron en un bar con ese autobus de aficionados, cuando todos se pararon para descansar y tomar fuerzas.


Cuando los jugadores y técnicos acabaron de cenar, los aficionados vallisoletanos se hicieron fotos con algunos de ellos y a la salida del autocar no pararon de dar ánimos a los hombres de Fisac. A Valladolid se llegó pasadas la 01.00 de la madrugada. Todos a casa a reponer fuerzas de cara al próximo encuentro de liga del Blancos de Rueda Valladolid, en Pisuerga ante el Joventut.