Armon Johnson, con la pelota entre ceja y ceja. FOTO: Andrés Domingo
Armon Johnson, con la pelota entre ceja y ceja. FOTO: Andrés Domingo
Armon Johnson, con la pelota entre ceja y ceja. FOTO: Andrés Domingo
No dudó en hacer un mate mirando a cámara después de la entrevista. FOTO: Andrés Domingo
Insistió en fotografiarse con los niños de la cantera mientras éstos entrenaban. FOTO: Andrés Doming
Momento de la entrevista. FOTO: Andrés Domingo
Baloncesto  |  CB Valladolid

"¿Feliz? Sí, soy muy feliz"

31 de Marzo de 2014
Escrito por
Alex Arenas
Armon Johnson no esconde su sonrisa, la transmite y hace que la gente de alrededor se contagie de ella, es un hecho. Porque este base americano ha aterrizado en Valladolid con el pie derecho. Desde la rueda de prensa de su presentación, donde su buen feeling se hizo patente, hasta el último partido ante Manresa, donde no paró de saludar a las primeras filas en el descanso y al final del choque: “Así me crió mi madre. Si puedes cambiar a alguien, si puedes hacerle sonreír haciendo ciertas cosas, las hago porque, al final, todos somos humanos”.


En esta entrevista a Valladolid Deporte, la primera desde su llegada, Armon Johnson se mostró agradablemente sorprendido por el recibimiento, Johnson no ha dejado escapar la oportunidad de expresar su agradecimiento a la afición de Pisuerga, comentando que “me gusta, realmente me gusta. El equipo tenía dos victorias y ver a toda esa gente que venía a animarnos fue sobrecogedor, es muy importante”, relataba. Incluso valoró lo que ha tenido que sufrir una afición que no para de presenciar derrotas de su equipo: “Es fácil decir que las cosas son malas y no venir a vernos pero no, ellos no, vienen a vernos igualmente. Eso me hace sonreír enormemente”, comentaba para añadir que “definitivamente, siento que tengo que devolver algo a la afición”. Porque la opinión que tiene Armon Johnson de la afición de Valladolid es muy buena y muy acertada: “Me encanta la afición, la gente de Valladolid. Cuando el árbitro señalo algo en contra, no paraban de presionar, con el partido apretado, animaban y gritaban. Es muy importante que sigan viniendo, esto habla de que la ciudad es dura, que apoya a los suyos”, reflexionaba el americano.


Deportivamente, estas dos primeras semanas para Armon Johnson están siendo “más de lo que podía esperar. Sólo quería ir día a día, mi contrato no estaba garantizado y sólo debía trabajar. Cada día me iba sorprendiendo por todo: la gente, los compañeros, el ambiente, etc”. Con respecto al ambiente en el vestuario, tan puesto en duda hace unas semanas, el americano ha declarado que “puedo sentir una buena atmósfera, nos estamos haciendo como hermanos. Yo no sé cómo estaba esto y es bueno que no lo supiera, así no tenía que preocuparme de ello y podía centrarme en el futuro y en mejorar”. Analizando el rol que puede desempeñar, liderando la anotación y aportando frescura en ataque, forzando el uno contra uno, Johnson aceptó el desafío: “Cualquier rol que tenga que coger para hacer al equipo ganar, lo asumiré sin problemas. Lo importante es mantenerse unidos pero el líder es Iván (Martínez), él es el capitán, habla con todos, está atento. Es un gran líder”, reconocía.


El estilo de vida, la motivación que encuentra en ella y su espiritualidad son contagiosos. No duda en afirmar que el año parado por la lesión “ha sido bueno porque he desarrollado una nueva personalidad, una nueva mentalidad y estoy agradecido por ello”. De hecho, quiso explicar cómo se encuentra con respecto a esa operación que se le practicó en su rodilla y que le tuvo en el dique seco tanto tiempo: “Yo no he olvidado mi lesión porque me hace estar concentrado pero no tengo miedo. Estoy vivo, estoy sano, estoy aquí ahora y eso es una bendición. El pasado es el pasado”, afirmaba con regocijo. Preguntado directamente si era feliz este momento, Armon Johnson no dudó ni un segundo: “¿Feliz? Sí, soy muy feliz”.