La camiseta de Lalo García, en el pabellón Pisuerga. FOTO M. González
Baloncesto | CB Valladolid
Fatal desenlace para Lalo García
31 de Marzo de 2015
Al filo de las doce del mediodía saltaban todas las alamas. Unos piragüistas del Club Cisne habían visto un cuerpo en el río Pisuerga, a la altura del Polideportivo donde cuelga la camiseta con el número 5. Nadie lo que quería pensar pero todos se acordaban de ese camiseta que lució Lalo García durante tantos años y que ha sido el objeto al que se aferraban los cientos de admiradores, con la esperanza de un final positivo a los ya 26 días de desaparición.
Hasta el lugar del hallazgo se acercaron miembros de la Policía pero también amigos y familiares del exjugador. Entre ellos Mike Hansen, cuñado y portavoz de la familia durante todo este tiempo, quien fue el primero en dar señales de un fatal desenlace. Amigos como Juanjo Tauler o David Enciso tampoco podían contener las lágrimas, a pesar de que no existía confirmación oficial por parte de las autoridades forenses, o del juez que pasadas las dos de la tarde ordenaba el levantamiento del cadáver. Ropa deportiva y unas zapatillas del número 46 también eran los elementos para la confirmación, que llegaba de forma oficial a primera hora de la tarde.
Terminaban así 26 días desde que el pasado 4 de marzo Lalo García fue visto por última vez en la cafetería Carex, justo enfrente del Polideportivo Pisuerga. Había salido de casa de su madre ·para andar un poco" pero lo había hecho sin cartera, móvil o llaves, lo que invitaba a la preocupación. Esa noche no volvió, y al día siguiente la familia denunció su desaparición.
En un primer momento se le buscó por el río Pisuerga, pero más cerca de su lugar de residencia en Arrroyo. También comenzaron a aparecer informaciones que aseguraban haberle visto por la zona de La Antigua o cerca de los Juzgados en la mañana del jueves, aunque nada había de forma fidedigna que llevara a la Policía y Guardía Civil a seguir una línea de investigación.
En este casi mes de ausencia muchas han sido las especulaciones sobre su paradero, pero lo cierto se confirmó desgraciadamente este martes por la mañana. Un fatal desenlace que termina con la vida de un mito del deporte vallisoletano, que no ha pudo superar problemas de otra índole y que deja dos hijos y sobre todo el cariño de todos los que aman el baloncesto, el deporte en general y al que fue un ejemplo para muchas generaciones.