El seleccionador australiano, de visita por España
María Nalda
No son muchos los australianos que pasan por nuestra ciudad pero en los próximos días puede que se crucen por la calle con Ben Ettridge, el entrenador que ha dirigido la batuta para convertir a Australia es un país de campeones en baloncesto en silla de ruedas.
Para el seleccionador, la cita con Valladolid era obligada: una perla del equipo nacional, Tristan Knowles, milita en las filas de la Fundación Grupo Norte. "Tristan es ejemplar en muchos sentidos: desde que llegó a Europa está demostrando un gran esfuerzo y viene realizando una importantísima contribución a este club. Tiene pasión por el juego y esto es precisamente lo que estamos buscando en la selección australiana", destaca el técnico.
Además de presenciar los entrenamientos del equipo vallisoletano, en la agenda de Ettridge figura la Copa del Rey que se disputa este fin de semana en Toledo. "Es una excelente oportunidad para ver en acción a tres australianos que juegan en la Liga Española", asegura. Todos ellos se encuentran en la lista de candidatos para viajar a los próximos compromisos internacionales, entre ellos, el Mundial Paralímpico en el mes de mayo.
Las credenciales de Ettridge incluyen medalla de oro en los Paralímpicos de Pekín, además de consolidar la posición de Australia en el "top" mundial junto con los grandes, Gran Bretaña y Canadá. En el caso del entrenador 'aussie', el logro se convierte en gesta si se atiende al hecho de que Australia cuenta con un presupuesto muy limitado y un reducido número de jugadores profesionales a disposición de la selección.
"La meta tiene que ser la profesionalización, en Australia los clubes están funcionando con voluntarios y nuestro nivel es menor si se compara con el europeo", indica el técnico. "España está creando escuela ofreciendo grandes oportunidades en el entrenamiento diario y participación en una de las mejores competiciones nacionales".
La trayectoria de Ettridge como entrenador de baloncesto se remonta a los años 80, cuando ya su padre participó en el comité paralímpico de baloncesto. Tras su paso por la Liga Italiana se incorporó como asistente en la selección de su país y finalmente, dio el salto como técnico nacional.
Trabajo diario
Mientras las expectativas respecto a la actuación australiana en los próximos encuentros internacionales se colocan muy arriba, el seleccionador hace un llamamiento al trabajo duro: "Estar ahí arriba no es fácil e influyen muchas variables: por capacidad económica, número de jugadores y posibilidades de formación, Gran Bretaña tiene la posición más ventajosa para ser favorita. Por eso nosotros tenemos que ser realistas e ir paso a paso sabiendo que nuestra única ventaja es trabajar y trabajar, algo en los que estamos destacando por una visión ética del juego y el respeto a nuestros rivales".
De cara al Mundial, la experiencia de Knowles refrenda las palabras de su entrenador: "es una filosofía de hacer más y más, una cultura de trabajo diario, de continuidad que viene de largo". En este sentido, el internacional australiano recuerda que desde que tenía 15 años trabajábamos sin parar porque para mí eran una referencia jugadores senior y, en el afán de seguir su camino, no dejaba de esforzarme. Creo que ésa es la motivación con la que se compite en el equipo nacional y que nos está llevando tan lejos".
Con la teoría del paso a paso, "It's what you do next that is important", los objetivos de Ettridge se marcan competición tras competición: "Esto incluye el orgullo que supone ser integrantes de esta selección", asegura.
A juicio del seleccionador "el baloncesto en silla de ruedas es uno de los principales puntales del deporte paralímpico por el número de aficionados, el crecimiento de cobertura mediática y publicitaria. Estoy seguro de que todo ello conducirá a que un día no tengamos que hablar más de distinciones entre olímpicos y paralímpicos, ni visiones de caridad: cada uno tiene su lugar y de lo que debemos hablar es de deporte" reinvindica Ben Ettridge.