Vasilopoulos y Casas. FOTO: V.D.
Vasilopoulos y Casas. FOTO: V.D.
Vasilopoulos y Casas. FOTO: V.D.
Baloncesto  |  Conociendo a Vasilopoulos (Parte I)

"El mejor entrenador posible en este momento de mi carrera"

13 de Noviembre de 2013
Escrito por
Alex Arenas
“Empecé a jugar al baloncesto cuando tenía 15 años, en el equipo de mi pueblo”.  Panagiotis Vasilopoulos es un talento que se descubrió tarde pero que explotó pronto. Nacido en una pequeña localidad de 600 habitantes, próxima a Marousi, Panos prefería más el fútbol que el basket, hasta que un entrenador del PAOK oyó una conversación de dos chavales que alucinaban con un adolescente que acababa de machacar el aro por encima de dos rivales:



-“¿De quién estáis hablando?”

-“De un chico de mi pueblo que juega muy bien”

-“¿Quién es?”


A partir de ahí, el seguimiento fue total y, en 2001, ficha por el PAOK de Salónica con apenas 17 años, donde permaneció cuatro temporadas. Su buen hacer y su indudable talento hicieron que Olympiacos, uno de los grandes de Europa, que andaba a la sombra de su archienemigo, Panathinaikos, pusiera los ojos en aquel joven. “Mis sueños se hicieron realidad. Me gustó mucho la experiencia: soportar la presión, compartir equipo con compañeros de muchísima calidad, entrenar duro cada día, etc”. Incluso disputó la final del Mundial 2006 de Japón, perdiendo ante una Selección Española que iniciaba su imparable ascenso. Aquel recuerdo, representar a Grecia en competiciones internacionales, aún le sigue atormentando: “Es lo que más echo de menos. Llevar la camiseta nacional, escuchar el himno de tu país; es lo que más extraño. Espero volver a tener una nueva oportunidad en el futuro”.


Pero la suerte no estuvo de su lado. Nuestro protagonista sufrió en Berlín, en la Final Four de 2008, la primera de sus graves lesiones que frenaron una progresión meteórica. Con sólo 24 años, Vasilopoulos debía pasar por el quirófano. Tras una rápida recuperación, diversos problemas con su entrenador, Giannakis, le hicieron jugar poco hasta que, en un entrenamiento, él solo, se rompió la rodilla. “Tuve muy mala suerte porque cogí una infección durante la cirugía, en el propio hospital”. La vida parecía no sonreírle.


Llegada a Valladolid


Tras dos años de ostracismo, el CB Valladolid, con la plantilla a medio hacer, se fija en Vasilopoulos como uno de sus referentes, lo que supone algo diametralmente opuesto a lo que estaba acostumbrado. “He jugado Euroliga, he sido titular con Grecia pero, para mí, esto supone empezar desde el principio. Nadie creía que pudiera jugar de nuevo, después de dos años de lesión”. Nuevo equipo, nuevo país, nuevo idioma, dudas acerca de su estado físico. Los primeros días de Panos en la capital del Pisuerga no fueron fáciles. “Fue duro. Estuve solo, viviendo en un hotel, venía de una dura lesión, no sabía lo que podía hacer en la pista, estaba ansioso y notaba mucho la presión”. De aquellos momentos, Vasilopoulos se queda con lo positivo: “Estas cosas te hacen mejor como persona”.


Los primeros compases de temporada no están siendo muy halagüeños. Para el jugador, acostumbrado a competir siempre, esta nueva situación es algo que no puede controlar. “Llego a casa y no puedo dormir porque perdemos partidos por mucha diferencia, no jugamos bien. Mi mujer me dice que esté tranquilo, que llevo un mes jugando y que no puedo hacer todo en tan poco tiempo”. Y es que, en apenas dos meses, la vida de Vasilopoulos ha dado un giro de 180 grados y, todos estos cambios, puede que le estén lastrando en el inicio. “Han cambiado muchas cosas en mi vida en los últimos meses y es difícil. No estaba acostumbrado a esta situación. Es algo que hay que pasar para poder entenderlo”.


Al hablar de Valladolid, Panos derrocha agradecimiento, compromiso y gratitud para con un equipo que se acordó de él cuando nadie daba un duro. “Agradezco al club esta oportunidad”, expresa con humildad. “Me han permitido jugar en ACB, ser capitán del equipo y eso es algo que debo corresponder. Tengo que dar muchas cosas a esta organización por todo lo que me han dado”.


La figura de Ricard Casas


Vasilopulos se muestra sincero al referirse al técnico catalán como “el mejor entrenador posible en este momento de mi carrera”. Sin medias tintas, el griego reconoce que “si no lo sintiera, no lo diría. Me está ayudando muchísimo para mantener fuerte mi mentalidad. Cuando hablo con gente de Grecia lo digo rotundamente: realmente me gusta este entrenador”. La confianza es mutua, de ahí el nombramiento de Panos como capitán, pero el jugador acaba afirmando que “no podía creer que una persona me pudiera ayudar tanto como él”.