El alcalde, con el nuevo presidente José Luis de Paz. FOTOS M. González
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Sinanovic, el mejor de los locales
Rudy tapona un lanzamiento rival
El público siguió con tensión el partido
Baloncesto  |  Blancos de Rueda-Real Madrid

El factor impagable

4 de Octubre de 2012
Escrito por
Marlo Carracedo

No se llenó el polideportivo, pero lo pareció, y es que el equipo local venía de lograr una hazaña en casa ajena. Que el Barça no ha encontrado su juego aún lo sabemos y que falta Navarro también, pero también sabemos que es el campeón y una de las mejores plantillas de Europa, y el Blancos de Rueda rompió la lógica. Con esa mentalidad llegó la gente al Pisuerga, optimista y con confianza en su equipo, porque este miércoles también era complicado, muy difícil, casi imposible, pero se podía y nos lo habían demostrado.

A diferencia de la temporada pasada, los aficionados ocupaban los asientos llenos de optimismo y el equipo dio la cara en el arranque del encuentro. El equipo empezó bien, sin complejos ante un rival muy superior y con mucha intensidad, intensidad que transmitieron al público y que éste devolvió llevando en volandas a los suyos. La afición tenía ganas de volver a los titulares victoriosos ante Goliat y dos triples de Tripkovic hicieron subir los decibelios en el pabellón y aumentar el apoyo desde la grada.
El Pisuerga era una olla a presión y no estaba dispuesto a callarse si el árbitro pitaba una rigurosa segunda personal de Nacho Martín o unos dudosos pasos de Ronfroe al final del cuarto.

Comenzó el segundo envite con 24-23 en el marcador y con un Madrid enfrente que no metía miedo y que se mantenía en el marcador gracias a destellos de calidad puntuales. Los blancos notaron que jugaban en tierra hostil, Rudy lanzó una mirada desafiante a un aficionado a pie de pista que le increpaba y Mirotic se encaró con O´Leary a 18 segundos del final, acción que incendió el pabellón y que levantó al público de sus asientos, queriendo merendarse al jugador blanco, que fue el mejor de los suyos con una primera mitad espectacular con 24 de valoración.

Efecto Mirotic


A pesar de Mirotic, la segunda mitad comenzó con el partido abierto y con los locales sólo siete puntos abajo. Había buenos síntomas, detalles positivos e intensidad. La gesta era posible. Pero el Real Madrid había sido una bestia agazapada, esperando el mejor momento para atacar a su presa y ese momento llegó en el tercer cuarto. Los espectadores seguían apoyando al equipo a pesar de que la diferencia aumentaba gracias, sobre todo, al amor propio y a la lucha de O´Leary, que cuajó un gran partido. Pero poco a poco los ánimos se fueron diluyendo merced a un rival que subió el listón en un momento clave.
Tras llegar a perder por diecinueve puntos, el equipo  morado consiguió reducir la diferencia a catorce gracias a una canasta de casta de Nacho Martín que despertó momentáneamente al público. Pero este Madrid tiene mucho fondo de armario y sacó a pasear sus armas en un visto y no visto y el Blancos de Rueda se vio superado tanto deportiva como moralmente. Final cómodo para los blancos y 75-100 en el marcador.

Pero si dejamos de lado el resultado final, el partido nos dejó detalles muy positivos. Se ha recuperado la intensidad que faltó la temporada pasada, sobre el parqué se ve un equipo y no una banda como se había visto en la pretemporada y la afición vuelve a estar  con los jugadores. Y es que si hay que destacar algo del partido es que el público estuvo de diez, porque cuando el equipo estaba arriba en el marcador, la grada animó, pero cuando encadenaban dos ataques malos el apoyo fue mayor aún. Perdió el equipo vallisoletano por 25 puntos, pero el público aguantó en sus asientos para despedir a sus jugadores con una gran ovación, porque dieron la cara y porque perdieron ante un equipo superior, deportivamente, no en ganas ni en intensidad. Y esto lo recompensó la afición con un apoyo impagable.