Capacidad limitada

Cuerpo técnico y jugadores han reconocido, tanto en público y como en privado, que el trabajo diario en entrenamientos es intenso y solidario. Pero la gran pregunta sobrevuela el ambiente: ¿Por qué eso no se ve reflejado en los partidos? Ricard Casas apunta algunas situaciones por las que está pasando el equipo y que explican las continuas derrotas: “Si hubiéramos tenido pretemporada, si no hubiéramos sufrido tantos hándicaps o si tuviéramos más capacidad como equipo, habríamos perdido por menos puntos”, reconoce, además de añadir, con cierto tono jocoso que “si hubiera otro entrenador, igual se perdería por menos, pero no se sabe”.

Ser el peor equipo de la historia de la ACB y perder hasta tres partidos por más de cincuenta puntos es algo nuevo para Casas, quien reconoce que “no me había encontrado nunca en una situación como esta y encontrar una explicación no es fácil”. Lamentablemente, fuera de Valladolid se está relacionando el baloncesto de ésta ciudad con la sensación de ridículo tras ridículo, instalando la única duda de la diferencia por la que perderá el equipo en cada partido. El técnico morado es tajante y asegura que “esto me jode porque nos hace débiles y deteriora la imagen del club”. Casas, como gestor de grupos, elimina cualquier sombra de duda sobre sus jugadores, de quienes sólo habla maravillas: “No puedo decir que los jugadores han ido a pasar de todo, no puedo recriminarles nada”, asegura.

De cara al futuro, Ricard Casas considera vital vencer a Fuenlabrada este fin de semana y pronostica un mínimo de “siete u ocho victorias en la segunda vuelta” para optar a salvar la categoría.

El veterano Jason Rowe compareció ante los medios para pasar revista al grupo, de quien habló maravillas: “Sorprendentemente seguimos juntos y confiados a pesar de la tormenta”. Preguntado por el récord histórico del equipo, el base americano hace oídos sordos y comenta que “ser el peor equipo no es un pensamiento para mí, no me preocupa”, aunque admite que “nunca había pasado por una situación así. En Italia, hace unas temporadas, quedamos últimos pero tuvimos muchísimas lesiones”, recuerda.

Una de las claves para corregir todo lo que está pasando el CB Valladolid sería, según Rowe, “minimizar los malos momentos y no preocuparnos de ellos durante los partidos”. Añade el base que, pese al buen ambiente que hay en el vestuario, es imperativo “cambiar de mentalidad y ser más positivos”. Pero todo esto son estimaciones porque Jason Rowe reconoce que no saben qué les pasa realmente: “Si tuviéramos la respuesta, no perderíamos partidos”.