Básquet solo
Ni americano, ni cappuccino, ni irlandés... el café en
Pisuerga se toma solo; como mucho acompañado en ocasiones por un azucarillo, pero
nunca con otro ingrediente que no sea la propia semilla de la planta cafetera.
Es difícil que con el trasiego en la barra no caiga alguna gota de leche que
deje el café manchado, pero Roberto González acude regularmente a su cita con
la cafetera con una petición precisa: Por favor, sírvame un básquet solo. Una
premisa que se encarga de remarcar el técnico morado: "La suerte que
tenemos nosotros es que nos dedicamos a jugar a baloncesto y que vengan 5.000 o
6.000 personas a vernos. Lo que intentamos es que la gente disfrute, porque no
nos olvidemos de que esto es un club de baloncesto".
Lo mejor que tiene un café solo, y si es largo mejor, es que
deja un reflejo búho casi desde el primer sorbo, en estado de alerta.
Precisamente ojo avizor debe estar el Blancos de Rueda para sumar el sábado una
victoria que pondría el pie en la nuca de su rival, el Assignia Manresa, y
aliviaría un poco más al conjunto vallisoletanos, como explica Roberto
González. "No sabemos dónde va a estar la salvación, y para nosotros
cualquier partido es muy importante. Una victoria daría un empujón hacia la permanencia
y les dejaría a ellos muy lejos", analiza el entrenador.
Para evitar que el equipo de Jaume Ponsarnau se vaya sin
pagar el café hay que atar de cerca a sus lanzadores. La escuadra catalana es
especialista en ataques desde larga distancia, encontrándose, con un 37,28% de
acierto desde más allá de la línea de tres, entre los cuatro conjuntos con
mayor más letales desde el exterior, un dato del que da fe Roberto González:
"Si ellos la meten ganan a cualquiera. Cuando meten, meten mucho",
asegura.
Con Charles Ramsdell y Javi Rodriguez en la enfermería desde
febrero y hasta final de temporada, el Manresa se ha quedado sin parte del
potencial que atesoraba en lanzamiento y creación de juego. Sin embargo, la
figura de jugadores como Josh Asselin han cogido las riendas del equipo. El
pívot estadounidense con pasaporte dominicano llega a Valladolid después de
sumar 21 puntos en la derrota de su equipo ante el Unicaja y lidera la ladera
más fiable del equipo catalán, junto a su compatriota Troy DeVries, mejor
jugador de la jornada 22.
El Manresa llegará a Valladolid con una cara nueva. El
ala-pivot serbio Nemanja Aleksandrov se incorporó el pasado miércoles a los
entrenamientos de Ponsarnau procedente del Pepinster belga, donde acostumbraba
a sumar 16,7 puntos por partido y casi seis rebotes de media. El balcánico ha
sido la última apuesta de un club que, a ojos del entrenador morado, está tenido
"muy mala suerte este año", con lesiones y partidos que se escapan en
los primeros cuartos por K.O. moral y en los últimos por K.O. técnico. Una racha que quiere aprovechar Roberto González asestando
otro golpe al amoratado mentón manresano; siempre con la cautela de saber que
el rival puede devolver el golpe: "Para nosotros no hay ningún partido que
no se pueda ganar, pero tampoco ninguno ganado", asegura.
El partido del sábado está aún por escribir, y para empezar
a enfrentarse al folio en blanco, ya está preparado el argentino Antonio Porta,
con el que está encantado el entrenador vallisoletano: "Hasta ahora
estamos encantados. Nosotros sabíamos que necesitábamos un base y que
fichábamos a un jugador que sabe llevar un equipo y que aporta carácter".
Un don necesario para una plantilla que se ha visto obligada a convivir con los
continuos temblores en los despachos del club. Sueldos no pagados, jugadores
que llegan pero no llegan, presidentes que abandonan el barco... Una casa de
los líos en las que encontrar la paz se paga caro: "No es fácil. Todos son
noticias que no son buenas. Hay que intentar pensar sólo en baloncesto, pero
también hay que tener claro que, además de con las manos, también se juega con
la cabeza", declara Roberto González que lamenta que tengan que ir
"al límite cada día. Lo mismo algún día esto hace puff y no lo
levantamos".
Los que sí que se pueden levantar de su asiento para animar
a su equipo será el graderío de Pisuerga, que prevé una de las mejores entradas
de la temporada. Antes del partido, los aficionados podrán tomarse para entrar
en calor un café solo, mientas que charlan sólo de baloncesto.