Mohammed y Sinanovic, rodeados de aficionados, al terminar la sesión. FOTOS M. González
Mohammed y Sinanovic, rodeados de aficionados, al terminar la sesión. FOTOS M. González
Mohammed y Sinanovic, rodeados de aficionados, al terminar la sesión. FOTOS M. González
Grimau firma autógrafos a un joven aficionado
Sinanovic, con el nuevo presidente, José Luis de Paz
El equipo entrena bajo la mirada de los aficionados
Baloncesto  |  Blancos de Rueda

Baño de optimismo

2 de Octubre de 2012
Escrito por
Marlo Carracedo

Lo que provocan las victorias abultadas o las victorias contra los inquilinos de la zona noble es que la moral sube como la espuma, y si, como ha sucedido en esta ocasión, se dan las dos circunstancias, el resultado son gradas a rebosar de aficionados para ver a sus espartanos entrenando. Eso es lo que vimos este lunes de puertas abiertas en el polideportivo Pisuerga, que se llenó durante el entrenamiento del Blancos de Rueda.

Se respiraba en el ambiente un optimismo marchitado por un descenso, un largo culebrón y una Copa de Castilla y León digamos desafortunada, pero volvió a florecer tras un fin de semana glorioso. Y es que tan solo unos días antes, la desconfianza imperaba entre la afición, que había visto desfilar titulares con fichajes que no convencían y para poner la guinda a una pretemporada poco halagüeña, nos mandan a Barcelona para abrir la temporada en casa del campeón. Lo que sucedió es que los 300 espartanos vencieron al gigante persa en su casa.

Para muchos fue una casualidad, pero no para los aficionados vallisoletanos, que apuntaron durante el entrenamiento del equipo que “el partido lo lucharon” y no quedará en una anécdota porque “se vieron detalles muy positivos y se notó que eran fruto del trabajo”, según nos contaron algunos de los asistentes.

Los aficionados no olvidan la pretemporada, pero confían en este equipo y eso se respiró a raudales este lunes en el Pisuerga. Atribuyen el mal torneo castellano-leonés de los suyos a que ha habido “numerosas incorporaciones y aún tenían que conjuntarse”. Pero eso ya es agua pasada, aunque son conscientes de que todavía queda mucho camino y mucho trabajo por delante, y este domingo el equipo sorprendió a los asistentes debido a “lo rápido que se han acoplado los nuevos”.

Dudas apartadas

Lo que hace dos días eran dudas, hoy no lo son. Por eso, si cuando llegaron los fichajes, la sombra del descenso planeaba como una realidad muy próxima, hoy esa sombra se diluye. Los incondicionales se mostraron encantados con los nuevos nombres, pero sobre todo, los que más ilusión generan son los de Mohammed, Renfroe o Sinanovic, aunque este último generó dudas durante el entrenamiento porque “parece que tiene menos intensidad que el resto” y esto hizo pensar a algunos que “el partido frente al Barça pudo ser un hecho aislado”. Sin olvidarnos de la labor de Roberto González, que “ha dado al equipo un nivel de intensidad que ya no se veía en este equipo”.

En lo que sí coincidió la afición que se dio cita este lunes en el pabellón Pisuerga es en la confianza que este triunfo va a otorgar a los jugadores. Y no sólo a los jugadores, porque los más optimistas observaron durante el partido de Barcelona datos muy positivos que llevan a pensar que “podemos quedar entre los seis primeros”. Sin duda esas son las previsiones más optimistas, pero los más realistas afirmaron que “nos tocará luchar hasta el final”, o como nos dijo Hugo, socio desde hace 7 temporadas, “entre los cuatro últimos tendremos que encontrar a dos que sean peores que nosotros”.

El optimismo reinó en la pista del frontón del polideportivo Pisuerga, que se llenó para apoyar a su equipo y para enviarle un mensaje de confianza. La afición está con la plantilla y es optimista, pero cuando la alegría se desborda es cuando hay que mantener los pies en el suelo y saber digerir la euforia.