86-67: Una buena dosis de autoestima
Partido importante el que se jugaba en el Polideportivo Pisuerga, donde el Blancos de Rueda Valladolid se jugaba algo más que una victoria. Después de 4 derrotas consecutivas y de la mala imagen ofrecida en Málaga, los de Casimiro querían respirar un poco en la clasificación ya que se veían con el agua al cuello a las primeras de cambio.
Un primer cuarto donde Casimiro puso en liza a Dumas, Diego García, Robinson, Seawright y Touré, que una vez más estuvo espectacular en esta primera mitad. Sin embargo, Casimiro no utilizó en todo el partido ni a Bagaric, Umeh ni Jhornan Zamora. Además, El Joventut salió bien e incluso ya tomó la iniciativa en el luminoso con un 0-5, a su favor. Pero los vallisoletanos sabían de la importancia del choque y se pusieron las pilas en defensa, que es el fuerte de este equipo. Sin eso, no tiene nada que hacer y en la primera parte ha demostrado que son capaces de hacer eso.
Los de Casimiro reaccionaron como no de la mano de Touré, que estuvo brillante y de ese resultado inquietante del 0-5 se pasó al 11-8 para los locales, a falta de algo más de 5 minutos para que acabara el primer cuarto. A partir de ahí, continuó el festival de los vallisoletanos en este primer cuarto donde el Joventut en los últimos 5 minutos solo pudo anotar 2 puntos, lo que viene a reflejar que esta vez si, el Blancos de Rueda Valladolid fue un equipo en la cancha. Al final, los de Casimiro se iban al término de este primer cuarto con 17 de ventaja, 27-10.
En el segundo cuarto, apareció el cansancio en los locales y el Joventut comenzó a disminuir la ventaja. De la mano de un Báez que volvía a su casa y Obasonha, ponían de nuevo los nervios en los vallisoletanos. Así, los catalanes se pusieron a 6 puntos, 31-25, a falta de algo más de 6 minutos para acabar la primera mitad, lo que obligó a pedir un tiempo muerto a Casimiro para espabilar a los suyos.
El técnico local cambió al equipo y puso en la cancha a 2 bases, Dumas y Uriz, y el equipo jugó más pausado y con cabeza en estos últimos instantes. En esta ocasión, los vallisoletanos no tuvieron minutos malos, como ocurrió en anteriores partidos, y pudieron irse al descanso con una renta de 18 puntos, 51-33, que hacía presagiar un triunfo local.
Misma tónica
Tras el descanso la vida seguía igual. Un Blancos de Rueda bien en defensa y dejándose la piel por cada balón, y un Joventut que lo intentaba pero no tenía su día. Los vallisoletanos poco a poco creyeron en la victoria, mientras los catalanes se iban desesperando cada vez más. Además, en el tercer cuarto apareció Robinson, que puso equilibrio en el ataque de los vallisoletanos. Así, los vallisoletanos conseguían la máxima renta de 21 puntos, 70-49, para irse al tercer cuarto con 18 arriba, 70-52.
Los vallisoletanos jugaron con inteligencia y cabeza este último cuarto, sabiendo de la importancia del choque para conseguir un importante triunfo después de unas semanas un poco convulsas en la entidad morada. El Joventut lo intentó hasta el último momento pero no pudo con los gladiadores vallisoletanos, 86-67. El mejor del partido fue Touré, que finalizó con 32 de valoración. Una victoria que sirve para salir de la crisis pero que queda mucha liga todavía para seguir mejorando aún más como equipo.
FICHA TÉCNICA:
86.- BLANCOS DE RUEDA (27+24+19+16): Dumas (8), Diego García (21), Robinson (15), Touré (24), Seawright (8) -cinco inicial-, Nacho Martín (2), Uriz (2) e Isaac López (6).
67.- FIATC JOVENTUT (10+23+19+15): Oliver (6), Jelinek (3), Eyenga (11), Báez (20), Williams (5) -cinco inicial-, Obasohan (13), Trias (2), Norel (4), Van Lacke (3), Bassas (-) y Llovet (-).
Árbitros: De la Maza, Peruga y Martínez Díez. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la séptima jornada de Liga Endesa, disputado en el pabellón Pisuerga ante 4.300 espectadores.
