Pepe Pozas, el mejor de los vallisoletanos. FOTOS ACBPhoto J. Izarra
Baloncesto | CB Valladolid
84-67: Derrota esclarecedora
22 de Febrero de 2014
Si últimamente sólo se podían sacar conclusiones negativas de los partidos del CB Valladolid, lo acontecido en el Fernando Buesa Arena ha puesto de manifiesto elementos de análisis diferentes, como el ostracismo de Suka-Umu, más fuera que dentro del club, el cambio de mentalidad y ganas de trabajo en muchos jugadores y la buena imagen del flamante fichaje morado, Pepe Pozas.
Entretenido primer cuarto el vivido en el Buesa Arena, con equilibrio inicial en el marcador gracias a la buena aportación de Haritopoulos, aunque Baskonia nunca dejó de ir por delante. En el tramo intermedio, donde CB Valladolid desaprovechó hasta tres lanzamientos triples en otras tantas posesiones en las que los locales estuvieron sin anotar. Acto seguido, Tibor Pleiss anotaba una canasta debajo del aro puso a su equipo diez arriba (18-8). Los de Ricard Casas reaccionaron con entereza y todos sus jugadores mostraron una encomiable actitud, sumando especialmente en penetraciones, manteniendo un pésimo acierto por fuera.
En este primer cuarto se pudieron ver las evoluciones del nuevo fichaje, Pepe Pozas, que dejó detalles interesantes en cuanto a su lectura y visión de juego. Los primeros diez minutos finalizaron con ventajas baskonistas que rondaban la decena, siendo las sensaciones moradas (de blanco en este encuentro) muy notables. Por parte vitoriana, las rápidas transiciones de Causeur, Van Oostrum y Hanga ponían tierra de por medio en el electrónico, pese a que no se despegaban lo suficiente como para cerrar el encuentro.
Hay que hacer una mención especial a los jóvenes del equipo. Pese a que sus números no lo reflejen, la intensidad de chavales como Drenovac, Pozas o, en menor medida por su edad, Cvetinovic, supone un soplo de aire fresco a la hora de cargar el rebote o salir al contraataque. Hasta el descanso, Baskonia continuaba percutiendo por dentro, con un falso ala-pívot como Nocioni y una gran presencia interior como Pleiss, haciendo sufrir a los hombres altos morados y obligando a Ricard Casas a parar el ritmo local. Pese a ello, después de la primera parte, el encuentro seguía relativamente abierto.
Tras el paso por vestuarios, con quince arriba Baskonia, cinco puntos seguidos de San Emeterio ponían la doble decena de ventaja, diferencia que cortó por lo sano Wihjalmsson con un buen mate. A partir de ahí, minutos de sopor y aburrimiento, sin puntos, sin juego y divertimento por parte de ambos equipos. Este aspecto beneficiaba al CB Valladolid que, pese a no sumar en ataque, funcionaba en defensa. Lo que sí se empezó a vislumbrar fueron los atisbos que se preveían en la primera mitad; es decir: Suka-Umu no tiene pinta de volver a jugar en el CB Valladolid, Jason Rowe está más fuera que dentro, tanto mentalmente como desde el punto de vista del cuerpo técnico. Y el otro señalado, Sinanovic, parece que quiere continuar y pelear por seguir en la plantilla.
Aparte de consideraciones mentales, el partido perdió todo su interés en la segunda mitad, con intercambio de canastas en el tercer cuarto y consolidación de la ventaja en el último y definitivo. El análisis por parte del CB Valladolid es simple: Ricard Casas ya ha hecho su selección y ha decidido con quién cuenta y con quién no, Pepe Pozas es un jugador muy aprovechable y, especialmente, el cambio de mentalidad en muchos integrantes del CB Valladolid. Parece que la tempestad de la semana pasada está sentando las bases del futuro del conjunto pucelano.
84 - Laboral Kutxa: Heurtel (9), Jelinek (7), San Emeterio (7), Mainoldi (6), Pleiss (16) cinco inicial Nocioni (10), Hanga (10), Diop (2), Van Oostrum (5), Causeur (12)
67 - CB Valladolid: Rowe (-), Wihjalmsson (6), Martínez (2), Johnson (14), Haritopoulos (10) cinco inicial Pozas (11), Cvetinovic (5), Drenovac (-), Sinanovic (6), Andjusic (13)