




79-80: “TODA LA NOCHE NADANDO PARA VENIR A MORIR A LA ORILLA”.
Hay una mala costumbre entre periodistas deportivos de caer en el error -por la premura cada vez mayor que exigen los medios de comunicación de titular nuestra crónica del acontecimiento del que vamos a dar noticia mucho antes de que se termine. Siguiendo esa mala praxis, cuando finalizó el 2º cuarto con una ventaja mínima, pero sorprendente del UEMC, a muchos se nos ocurría eso de “FUE BUENO MIENTRAS DURÓ”, titular que se iba confirmando en el arranque del 3º cuarto en le que parecía que las cosas iban a volver a los cauces esperados de victoria indiscutible del equipo del Ramiro de Maeztu, que con un parcial de 12-26 parecía que sentenciaba el partido irremediablemente la eliminatoria de la Copa del Rey. Pero en Valladolid, ciudad de honda tradición de desfiles procesionales se sabe que las precisiones no acaban hasta que no pasa en último cura y los locales, los más débiles en teoría, remando poco a poco aún viendo como se cargaban de personales, llevaron el partido hasta una última posesión que habría permitido dejar en la cuneta a los del Movistar. Pero el último tiro casi sobre la bocina, no quiso entrar y al final el titular pasó a ese de “TODA LA NOCHE NADANDO PARA VENIR A MORIR A LA ORILLA”.
El UEMC demostró en Pisuerga que este año puede conseguirlo todo, que, con una plantilla muy mejorable (en número de efectivos), estuvo a punto de darle un buen disgusto a “la demencia” y que le puede poner las cosas muy difíciles a cualquiera. Cosas a analizar y a mejorar: muchas, como el que Pablo Martín cogiera 6 rebotes y Fares Ochi sólo 4 con los mismos 17 minutos en el campo, pero eso ya es cosa de los gurús del baloncesto…
Hazaña inconclusa, o no, del UEMC Baloncesto Valladolid. Los morados no pudieron superar a todo un Movistar Estudiantes, equipo de superior categoría y gran candidato al ascenso a la ACB, pero dominaron durante más de 30 minutos y compitieron de igual a igual durante los 40 minutos y eso ya es una gesta en sí. El cuadro vallisoletano llegó con las opciones intactas a los últimos minutos y tuvo bola para ganar, pero Pau Isern, quien ya lo logró ante Ponferrada, erró y los colegiales se llevaron la eliminatoria (79-80).
Un Movistar Estudiantes que, fuera de toda duda, tuvo que emplearse a fondo con todo y con todos. Y para muestra, la minutada que tuvieron que jugar sus hombres importantes. Ese es el mejor reflejo del nivel ofrecido por el UEMC Baloncesto Valladolid y todo lo que exigieron a los del Ramiro para lograr el pase a octavos de final de la Copa España.
Esa ambición local quedó plasmada desde que se lanzó la bola al aire y hasta la posesión final. Sin tapujos y fieles a sí mismos, tal y como prometió David Barrio en la previa, los morados salieron con mucha hambre, intensidad y sobrados de garra ante todo un Movistar Estudiantes. Y fruto de ese ímpetu llegaron las primeras ventajas para los locales. Aunque los colegiales iniciaron la eliminatoria con acierto, el UEMC Baloncesto dominó buena parte del primer cuarto… y del partido.
Desde el 6-5 hasta el 20-19 que cerró el primer acto, prácticamente todo el periodo fue de color morado. Los de David Barrio llegaron incluso a tener una renta de siete puntos (20-13), jugando con mucha fluidez y descanso, hasta obligar a Toni Ten a pedir el primer tiempo muerto de la eliminatoria. Tras la arenga mejoraron los colegiales y recortaron buena parte de la diferencia, pero la realidad es que los vallisoletanos despidieron los primeros diez minutos por delante (20-19) y con el sueño de los octavos intacto.
Movistar Estudiantes, de menos a más, recuperó el mando momentáneamente al inicio del cuarto (20-21) y encadenó varios triples consecutivos, pero el UEMC Baloncesto Valladolid también presumió de pólvora y mostró sus credenciales ante uno de los transatlánticos de Primera FEB. Los triples de Haney, la calidad de Isern y los puntos de Iñaki Ordóñez (todos ellos terminaron la primera parte con 10 puntos) neutralizaron los zarpazos de tres de Filipovic y Salin y pusieron a los pucelanos de nuevo por delante (32-27). 15 minutos de juego y las opciones de los vallisoletanos, aún intactas.
El técnico visitante tuvo que pararlo de nuevo y cortar la escapada morada, y encontró en un arbitraje favorable al ‘grande’ a un aliado inesperado para frenar la inercia local. El concierto arbitral cargó de faltas al UEMC Baloncesto Valladolid, con técnica incluida contra David Barrio, pero ni con esas se descompusieron las ardillas. El cuadro del Pisuerga volvió a graduarse y demostrar, como en las últimas semanas, que sabe jugar los momentos calientes, que tiene carácter, sabe levantarse y que gestiona bien las adversidades. Poniendo todo eso en juego, las ardillas resistieron el escarnio colegial, de los de negro y los de azul, y alcanzó el descanso todavía por delante de Movistar Estudiantes (45-44).
El UEMC Baloncesto Valladolid roza una gesta histórica
Tras 20 minutos brillantes y plantando cara no solo ante un equipo de superior categoría, sino a unos de los principales candidatos al ascenso a la Liga ACB, el UEMC Baloncesto Valladolid estaba igualando a los madrileños en todos los registros, salvo en las pérdidas. Fue el único debe local en una primera parte sobresaliente, y prueba del nivel competitivo que ostenta actualmente el conjunto de las ardillas.
Faltaba refrendarlo con más minutos de igual a igual, pero la primera meta ya estaba cumplida de sobra: dar la talla ante Movistar Estudiantes y pelear por la victoria. Pero las ardillas querían más. Incluso el listón arbitral cambió tras el tiempo de asueto, con varias faltas señaladas contra los estudiantiles que los metieron en bonus (45-47 con 8 minutos de cuarto restantes). Las idas y venidas a la línea de personal permitieron a los vallisoletanos sumar de tiro libre en tiro libre y superar así la defensa de los madrileños, que claramente dieron un paso adelante en el tercer cuarto.
Los de Toni Ten subieron líneas, el nivel físico y de contactos y lograron sacar la cuarta personal de Fares Ochi, dejando el juego interior bajo mínimos para lo que restaba de eliminatoria. Esa mejoría atrás atascó a un UEMC Baloncesto Valladolid que dejó de ver el aro con tanta facilidad y encadenó varios minutos sin anotar. Movistar Estudiantes creció desde la defensa y volteó el resultado (53-56). Ese fue el punto de inflexión que buscaban los visitantes y que terminaron encontrando, impulsados por un contundente parcial de 3-14 que les permitió llegar por delante al último cuarto (57-63).
Y ni con esas capituló el Pucela. Los de David Barrio lo dieron todo, pero con las piernas cansadas sufrían para parar todos los ataques visitantes y estos, con tiros más liberados, no perdonaron desde el perímetro. Triple a triple, los de Toni Ten se mantuvieron ese valiosísimo botín de siete puntos y llegar a los últimos cinco minutos con un colchón importante. Parecía que lo tenían ya en la mano, pero a los locales les quedaba mucho que decir.
Posesión a posesión, los pucelanos se levantaron con un parcial de 6-0 y llegaron a los minutos finales por delante. Impresionante. Con 75-74, un triple de Patricio Garino, un tipo con experiencia en la NBA, Euroliga y ACB, se pusieron por delante los visitantes (75-77), pero las ardillas encararon los últimos minutos con ventaja y posesión. Con 79-77 el UEMC Baloncesto Valladolid tuvo bola, erró y Sam Taiwo cazó el rebote, pero le pitaron pasos. 25 segundos en el crono y bola para Movistar Estudiantes cuando podía haber sido local. Y ahí emergió otro superclase como Sasu Salin, quien apareció liberado para clavarla de tres. 79-80 y última posesión para los morados con 9 segundos, pero esta vez Pau Isern, que ya lo hizo contra Ponferrada vistiéndose de héroe, no rubricó la hazaña. Balón al hierro y derrota con la cabeza alta, altísima, a la misma altura que un equipo llamado a lograr el ascenso a la ACB (79-80).
El UEMC Baloncesto Valladolid de David Barrio, así, pone fin a su andadura en la Copa España y reanudará la liga este sábado 25 de octubre a las 18.00 horas con su visita al CB Starlabs Morón.
• Ficha técnica:
79 – UEMC Club Baloncesto Ciudad de Valladolid: Pablo Marín (7), Isaac ‘Ice’ Haney (21), Pablo Martín (2), Iñaki Ordóñez (13), Mohamed Fares Ochi (6) -quinteto inicial-. También jugaron: Samuel Taiwo (5), Jacob Hanna (7), Juan García-Abril (0), Juan Rodríguez Neri (-), Pau Isern (18), Íñigo Hansen (-) y Lucas Barnes (-).
80 – Movistar Estudiantes: Jason Granger (9), Omar Silverio (4), Lucas Giovannetti (0), Juampi Vaulet (7), Amida Brimah (3) -quinteto inicial-. También jugaron: Asier González (0), Goran Filipovic (17), Sasu Salin (9), Tanner McGrew (2), Miguel Sola (-), Lotanna Nwogbo (14) y Pato Garino (15).
Parciales: 20-19, 25-25, 12-19 y 22-17 (79-80 final).
Árbitros: Caamaño Muñoz, Gallego Rodríguez y Pérez Hernández.
Incidencias: Partido correspondiente los dieciseisavos de final de la Copa España FEB, disputado en el Polideportivo Pisuerga el martes 21 de octubre de 2025 ante alrededor 2500 personas.