76-86: Pisuerga despide al equipo en pie

Resulta complicado describir lo vivido en el Pabellón Pisuerga en las últimas horas. A la tristeza por la derrota, y consiguiente eliminación, sigue una inmensa emoción y alegría por el cariño y afecto que ha demostrado la grada con el equipo. Y viceversa. Porque la vuelta de honor final, la multitud de abrazos, fotos y recuerdos que se llevan jugadores y aficionados quedará para el recuerdo.

Antes de eso, aunque quizá menos relevante y sí causa de lo experimentado al final, fue el encuentro. Un duelo por todo lo alto, pobre en lo baloncestístico pero lleno de tensión, dureza y lucha, todo ello desde el punto más positivo posible. MyWigo Valladolid acudía con la baja de Javi Lucas por un esguince de tobillo y con Mikel Uriz y Román Montañez entre algodones por diversas molestias. Este escenario reducía de forma importante las posibilidades pucelanas, pero la brega y la entrega iban a estar presentes de forma ineludible.

Breogan Lugo salió al campo con otra iniciativa, con una mentalidad ganadora y ambiciosa, lleno de ganas por definir su pase a la final por la vía rápida. Y agotó al MyWigo Valladolid. Pese a que los morados hacían sufrir a su rival presionando la salida de balón y forzando hasta catorce pérdidas en la primera mitad, los de Lisardo Gómez tiraron de profundidad y calidad para abrir ventajas. El trabajo de McGhee y la puntería de Alex López percutía la defensa local y sólo Pino y Uriz mantenían el marcador equilibrado.

Porque las rentas no eran grandes en los primeros veinte minutos, pero la sensación es que los vallisoletanos iban, como se dice vulgarmente, con el gancho, exhaustos y sufriendo hasta la extenuación para impedir que Lugo rompiera el partido. Hubo momentos de tensión, por supuesto, pero la nobleza imperaba en la pista. 

Tras una mejorable primera mitad, el tercer cuarto comenzó con un inspiradísimo conjunto gallego, especialmente desde el triple, donde Matulionis y Alex López se erigían como estiletes. Sergio de la Fuente, Pino y Rakocevic aportaban los puntos que necesitaba MyWigo Valladolid, pero los visitantes ya rondaban la decena de puntos de ventaja. Ese reto, cada vez más utópico, de forzar el quinto partido, parecía más lejos. Sin embargo, algunas decisiones arbitrales no hicieron sino espolear a los gladiadores de un excesivamente pasivo Porfi Fisac. Triples, robos y contraataques, señas de identidad de un equipo que nunca se rinde, guiaron el camino para mantenerse en el partido.

Pero fue un espejismo. El último cuarto estuvo controlado de forma absolutista por Alex Llorca y Alex López, perfectamente escoltados por el coloso McGhee. Entre ellos cercenaron las posibilidades de remontada pucelana, que veía como se le escapaba, sin solución de continuidad, la posibilidad de seguir vivos en la competición. Los últimos minutos fueron empleados por Fisac para que Pisuerga se pusiera en pie y ovacionara a Roman Montañez, Sergi Pino, Mikel Uriz y Sergio de la Fuente. Fin de fiesta agridulce pero que reconcilia, por fin, a una ciudad con un deporte, el baloncesto, que ha sido honrado y respetado por unos jugadores modélicos.

76 – MyWigo Valladolid: Uriz (14), Rakocevic (14), Pino (12), Uclés (5), Stobart (1) – cinco inicial – Montañez (9), Arranz (-), Koyanouba (-), Astilleros (2), Alvarado (3), De La Fuente (16)

86 – Breogan Lugo: Dani López (9), Alex López (20), Matulionis (14), McGhee (6), Van Wijk (12) – cinco inicial – Mortellaro (4), Llorca (16), Samb (5), Edwards (-)

Parciales: 19-20; 22-24; 11-18; 24-24

Árbitros: Terreros y Quintas. Román Montañez (MyWigo Valladolid) y Alex López, eliminados por faltas.

Incidencias: Cuarto partido de semifinales del playoff de la LEB Oro disputado en el Pabellón Pisuerga ante casi 3.000 espectadores.