Un momento del partido disputado este miércoles en Fuenlabrada
Un momento del partido disputado este miércoles en Fuenlabrada
Un momento del partido disputado este miércoles en Fuenlabrada
Baloncesto  |  Fuenlabrada - Blancos de Rueda

73-77: ¡Sí, sí, sí... Nos vamos a Madrid!

13 de Enero de 2011
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Alejandro Fernández, especial desde Fuenlabrada para valladoliddeporte.es


Un partido muy difícil con un alegre final. El encuentro se presentaba muy duro, y es que, tanto Fuenlabrada como Valladolid llegaban al encuentro empatados en la clasificación y el conjunto que ganara obtendría la clasificación para disputar la Copa del Rey.


Ante un pabellón Fernando Martín abarrotado y con un ambiente muy caldeado, el encuentro comenzó con mucha intensidad del equipo madrileño, que dominó los primeros compases del partido. El Blancos de Rueda parecía ir a remolque tratando de evitar que Fuenlabrada se marchara en el marcador. Tras los primeros envites del primer cuarto, los madrileños ganaban 15-9. Pero gracias a un espectacular primer cuarto de Nacho Martín –el máximo anotador del encuentro con 18 puntos- en el minuto 8, después de un tiempo muerto, los de Porfi ya habían igualado el encuentro (15-15).


A partir de ahí, el conjunto valisoletano se hizo dueño del juego, marcando los tiempos y liderando el marcador, ya que solamente en el último cuarto el Fuenlabrada pudo ponerse momentáneamente por delante. Además, el equipo, que empezó pésimo en los rebotes, se rehizo con una defensa extraordinaria que obligaba a los madrileños a jugársela desde la línea de tres. El acierto en los triples del Fuenlabrada durante todo el primer cuarto evitó que el Blancos de Rueda se fuera con una ventaja mayor a los segundos diez minutos del encuentro (15-19). En el descanso, la nota curiosa la dio un aficionado madrileño, que armado de valor, le pidió matrimonio a su novia a través de la megafonía.


En el segundo cuarto las cosas empezaron igual. Fuenlabrada apuraba las posesiones y se topaba con una defensa muy fuerte, y la mayoría de sus tiros eran exteriores y los rebotes, morados. En los primeros minutos consiguió ponerse 6 arriba en el marcador (15-21), gracias a un parcial –que venía del primer cuarto- de 0-12. Desde ese momento las canastas de un equipo eran contestadas por el otro y la diferencia en el marcador continuó en torno a los 6 puntos. En la segunda mitad del segundo cuarto los morados se hicieron los dueños y señores de la zona, con un excepcional Barnes a la caza de rebotes (10 en total). Todo ello hizo que los vallisoletanos se colocaran con una diferencia de 10 puntos a falta de poco más de un minuto para el descanso, una renta que finalmente fue de 8 puntos (35-43).


Intensidad defensiva


Tras el descanso, los dos equipos seguían igual, con un Valladolid defendiendo en su cancha con uñas y dientes y con un Fuenlabrada acertado en los triples que lanzaba Kris Valters. La ventaja en el marcador se mantuvo durante la primera parte del tercer cuarto, hasta que unos errores en el ataque morado ocasionaron una lluvia de oportunidades para los madrileños que, a pesar de no acertar demasiado en el lanzamiento interior y en el tiro libre, lograron colocarse a tan sólo dos puntos por detrás en el último minuto (55-57) con un triple que puso en pie el Fernando Martín. Sin duda, el cuarto menos brillante de los de Fisac.


En el último cuarto del partido, el encuentro se volvió loco. Parecía que el Blancos de Rueda seguía bien plantado en la pista, pero rápidamente el Fuenlabrada se colocó por delante en el marcador tras anotar los tres tiros libres de una personal pitada en la línea de triple (61-59). De inmediato el Blancos de Rueda se repuso y logró superar nuevamente en el marcador a los madrileños, que ya no fueron capaces de adelantarse en el electrónico. Sin embargo, los morados no pudieron disfrutar de una gran ventaja, ya que cada canasta vallisoletana era contestada por los madrileños.


Desde ese instante el encuentro se convirtió en una bomba. Un cóctel agitado por el pabellón Fernando Martín, que no quería creer que su cancha pudiera dejar de ser un fortín. Los nervios se palpaban en el ambiente y cada acción polémica era protestada unánimemente por la grada. El partido podía decantarse para cualquier lado, nada era seguro, hasta que apareció Jason Robinson, el mejor del último cuarto, que anotó dos magníficos triples que colocaban al Blancos de Rueda cinco puntos por encima del Fuenlabrada a falta de tres minutos para el final del partido (68-73).


Los madrileños no se rendían y se metieron nuevamente en el partido con otro triple, mientras los vallisoletanos intentaban jugar fácil tirando desde el interior. A falta de poco más de un minuto el partido se volvió un correcalles, pero ambos equipos erraban sus lanzamientos. Las decisiones arbitrales iban caldeando cada vez más el final del partido. Y es que, a falta de menos de un minuto para la conclusión, le pitaron una falta en ataque a los madrileños que supuso la quinta personal y expulsión para Kris Valters, el mejor de su equipo durante el partido. La grada parecía que iba a arder.


Con el balón ya en posesión de los vallisoletanos el partido estaba ganado, salvo debacle de última hora, y con dos tiros libres que anotó Dumas, el Blancos de Rueda Valladolid certificó la victoria (73-77) y su clasificación para disputar la Copa del Rey el próximo mes de febrero en Madrid.


FICHA TÉCNICA:


73.- BALONCESTO FUENLABRADA: Laviña (5 pts.), Valters (15), Gustavo Ayón (18), Guardia (2), Cortaberría (5) –quinteto inicial-, Leo Mainoldi (5), Davor Kus (10), Joaquim Colom (6), Biyombo Sumba (2) y Rabaseda (4).


77.- BLANCOS DE RUEDA VALLADOLID: Van Lacke (4), Nacho Martín (18), Dumas (8), Barnes (6), Robinson (10) –quinteto inicial-, Diego García (10), Isaac López (4), Eulis Báez (4), Stanic (9), Slaughter (4).


Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Antonio Conde y David Soto. Expulsaron por cinco faltas a Kris Valters, de Fuenlabrada.


Incidencias: Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada con 5.574 espectadores. Al final del encuentro se registraron incidentes entre los aficionados madrileños, lo que provocó la intervención de la Policía Nacional.