72-68: Carlos Cabeza decide

Angel Velasco, especial para valladoliddeporte.es

Dicen que las torrijas son un dulce de Semana Santa, aunque viendo el primer cuarto del Blancos de Rueda de Valladolid en Zaragoza hay serias dudas. Los primeros diez minutos de los jugadores de Porfi Fisac carecieron de la intensidad que caracteriza a este equipo. El propio entrenador violeta aseguraba, en la posterior rueda de prensa, el daño de ese primer cuarto. Por su parte, los locales firmaban en el inicio de partido unos porcentajes de equipo grande.

No se puede concluir si fue por mérito de unos o por demérito de otros, pero a los cinco minutos de juego el devenir del partido obligó a Fisac a pedir el primer tiempo muerto. En aquel momento los vallisoletanos perdían por un contundente 16-2 que no lograrían remontar. Los jugadores vestidos esta vez de amarillo tan sólo fueron capaces de maquillar el marcador gracias a un Barnes acertado en el tiro de dos.

Cuando un equipo pierde uno de sus puntos fuertes está claro que se complica el partido. Y fue esto lo que le ocurrió al Blancos de Rueda. La intensidad defensiva no estaba siendo la de otros partidos. Los rebotes eran rojos y no amarillos. Tan sólo Nacho Martín estaba acertado bajo el aro propio y el CAI lo aprovechaba usando sus virtudes. Joan Plaza aseguró al visitar Zaragoza que la plantilla rojilla era de Copa del Rey y ante Blancos de Rueda lo demostraba por calidad de la misma y por una profundidad de banquillo que Valladolid no pudo hacer ante la baja de Dumas y las dudas de Robinson y Báez

Porfi Fisac se descorbata

El entrenador segoviano dio un toque a su equipo en el descanso. Sabía que se podía hacer mejor y el equipo lo demostró. El Blancos de Rueda volvió hacer una gran defensa y durante cinco minutos dejó a cero el marcador del CAI en el tercer periodo. Eso si, en el momento en que David Darlow anotó un triple, que rompía la racha de medio cuarto sin encestar, los de Abós se vinieron arriba. En este preciso instante el entrenador vallisoletano notó la presión de la corbata, decidió sentirse cómodo y trasmitir seguridad a sus jugadores. Se veía con posibilidad de remontar el partido pero con el miedo a que el gran juego de su equipo fuera esporádico, como resultó ser en el tercer periodo. Finalmente el cuarto se había ganado y era la demostración de que el equipo era capaz de remontar. Pero claro, la idea de Porfi no pasaba por la aparición estelar de un jugador distinto al resto, Carlos Cabezas. Un campeón del mundo, un jugador capaz de tener en vilo a 8.100 personas.

No es cualquier jugador

El base malagueño decidió asumir la responsabilidad y tirar de experiencia para ganar el partido con su acierto desde los tiros libre y el manejo de los tiempos. Este último cuarto Blancos de Rueda no jugó ante CAI Zaragoza, lo hizo ante Carlos Cabezas. El entrenador local veía peligrar la victoria ante un Valladolid que se crecía de la mano de un Slaugther que despertaba y un Martín que dominaba el rebote de ambas canastas, y decidió arriesgar con un campeón del mundo entre algodones.

Arriesgaba pero, finalmente, ganaba. Y lo hacía porque Cabezas recibía cinco personales y aprovechaba nueve de los diez tiros libres de los que gozaba. Fue protagonista por sus puntos y por el resquicio de esperanza que daba a los visitantes con una antideportiva. Sanción que los vallisoletanos aprovecharon pero que borrarían cuando Slaugther cometía el mismo error que el ex del Khimki, tan sólo unos segundos después. El fallo del americano rompió una dinámica positiva que pudo dar con una remontada épica pero no se produjo no por el error del pívot y si por muchos 30 minutos antes.

FICHA TÉCNICA:

72.- CAI ZARAGOZA: Darren Philip (5), Van Rossom (8), Quinteros (11), Chubb (6), Barlow (8) -cinco inicial-, Hettsheimer (8), Cabezas (17), Miso (8), Toppert (-) y Aguilar (4).

68.- BLANCOS DE RUEDA : Van Lacke (11), López (4), Baez (6), Barnes (10), Stanic (3) -cinco inicial-, García (2), Martín (14), Robinson (8) y Slaghter (10).

PARCIALES: 25-10, 18-18, 10-13, 19-27.

ARBITROS: Redondo, Guirao y Martínez. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Pabellón Príncipe Felipe (Zaragoza). Unos 8.000 espectadores.