69-57: Un hilo de esperanza
Como habia anunciado Roberto González, Nacho Martin salio de inicio para suplir la ausencia de Hervé Touré, junto a Borchardt en la pintura. Su presencia y las ganas de Uriz, Diego García y Robinso, permitian a los vallisoletanos recuperar balones con relativa facilidad. Sin embargo, su buena disposición defensiva se estropeaba en ataque con su mala selección. Además, tres triples casi consecutivos de los alicantinos obligaron al técnico local a pedir el primer tiempo muerto (4-11, min. 6). Con todo, fue un primer cuarto malo de solemnidad, donde los fallos superaban con creces a los aciertos. Eso lo certifica el pobre 13-12 con el que terminó ese periodo inicial.
En el segundo parcial Roberto González intento dosificar esfuerzos, dando minutos a Zamora o incluso jugando con un sólo pívot alto y cuatro 'pequeños'. Lo que no cambió es la mala selección de tiro en los locales y sólo les salvó que el rival tampoco tenía su día ante el aro contrario. Con todo, poco a poco Lucentum Alicante comenzó a poner tierra de por medio y volvió a pedir un tiempo muerto a Roberto González (16-26, min. 17). Una desventaja que se redujo a cuatro puntos en el descanso del partido, 26-30.
El segundo periodo comenzó con un parcial de 5-0 a favor del Blancos de Rueda, que le permitió ponerse por delante en el marcador. Sin embargo, la respuesta alicantina llegó de la forma que había avisado el técnico local, a base de su acierto en los triples. Eso le permitió ir por delante con pequeñas rentas que, pese a todo, tocaban la moral de un mal herido cuadro vallisoletano.
En los diez últimos minutos entró en escena un invitado al que se le esperaba desde hacía tiempo, el público de Pisuerga. La afición tomó conciencia de que se podía ganar el encuentro y su aliento permitió al Blancos de Rueda ponerse tres arriba a poco más de seis minutos para el final, 52-49. El equipo supo entonces jugar con el tiempo y con el marcador. Comenzó a masticar más y mejor cada uno de sus ataque y, aunque no estuvo acertado con los tiros libres, fue aumentando la renta ante el delirio de una grada que recordaba que ¡somos de ACB!
Un tiempo muerto visitante a poco más de dos minutos para el final, con 60-54 en el electrónico, fue el último intento de estropear la fiesta de Pisuerga. Ironías de la vida pero es que el colista de la Liga sólo necesitaba una victoria para volver a sonreir.
FICHA TÉCNICA:
69.- BLANCOS DE RUEDA: Uriz (4), García (15), Martín (11), Robinson (17), Borchardt (10) -cinco inicial-, Zamora (-), Udrih (6), López (1), Sonseca (5), y Arteaga.
57.- LUCENTUM ALICANTE: Llompart (6), Rautins (11), Dewar (10), Kone (2), Ivanov (13) -cinco inicial-, Freire (6), Kouril (-), Jodar (2), Urtasun (-), Stojic (3) y Barnes (4).
PARCIALES: 13-12, 13-18, 16-18, 27-11.
ARBITROS: Amorós, García y Munar. Sin eliminados.
INCIDENCIAS: Pabellón Pisuerga. 4.900 espectadores.