65-100: Despedida dolorosa
La temporada de Liga Femenina 2, tan catastrófica en estos últimos meses para Ponce Valladolid, por fin ha llegado a su fin. La derrota, sin nada en juego más que la honra, evidencia las dificultades que ha tenido Ponce durante todo el curso, tanto en lo que se refiere a juego como lo que se refiere a decisiones arbitrales. Porque el descenso no está excusado en los árbitros, pero sí es cierto que la moneda pocas veces ha caído de parte de las vallisoletanas.
Y esta vez, sin nada en juego, con el equipo hundido en la última plaza y la mentalidad débil por los sinsabores, volvió a ocurrir. Ponce Valladolid salió enchufado al encuentro, sumando un 5-0 de parcial con un triple de Lovett y una buena acción colectiva finalizada por Selbe bajo aros. El parcial de inicio continuó favorable hasta el 7-2, momento en el que el encuentro cambió. Cuando apenas pasaban unos minutos de juego, las locales ya sumaban cinco faltas en contra y el bonus de tiros libres empezó a hacer daño. Añares hizo su trabajo, aprovechando el desconcierto local y su magnífica presión a campo completo.
Con el 9-9, a los cinco minutos, los colegiados señalaron una falta técnica a Lovett, muy discutida por la jugadora americana. La pareja de árbitros tomaron la matrícula de la estadounidense, y pocos segundos después volvían a señalarle la segunda técnica, esta vez por protestar una falta. “No la he tocado, árbitro, no la he tocado”, dijo Lovett, en inglés, al colegiado. Fue suficiente para expulsarla, bajo la incredulidad local. Dos acciones en las que no hubo diálogo, en las que los colegiados decidieron imponerse con desmedida autoridad. Pasaban solo cinco minutos de partido y el último clasificado, en su último encuentro como local de la temporada, tenía que ver como una de sus referencias en la anotación se marchaba del campo entre lágrimas y rabia.
A partir de ese instante, Añares disfrutó de lo que era una pesadilla para Ponce. El parcial se fue hasta el 2-29, para finalizar el primer cuarto con un sonrojante 12-29 a favor de las visitantes, que se basaron en las pérdidas locales y el enorme acierto en el tiro exterior. El choque no tuvo mucha historia, con Añares acumulando parciales a favor, poco discutidos por un Ponce Valladolid que seguía sin creerse el arbitraje que estaba sufriendo. Eso y las malas decisiones en ataque, con múltiples fallos y errores que permitieron un sinfín de contraataques a las visitantes que tuvieron en la figura de Chloe Wells la referencia en la anotación.
La diferencia fue creciendo poco a poco, de los 20 puntos en el descanso (26-46), hasta los 29 con los que se finalizó el tercer acto (45-74). Todo esto aderezado, por supuesto, por las decisiones arbitrales en contra, con un criterio desigual a uno y otro lado de la cancha. El resultado, abultado hasta el final del choque, no se escusa simplemente en ello; pero sí se vio condicionado tras ese fatídico primer cuarto. Aun así, Ponce Valladolid tiró de corazón, sobre todo con Cecilia Aldecoa, que se echó el equipo a la espalda en el último cuarto. En los últimos minutos, la joven promesa vallisoletana anotó 13 puntos de forma consecutiva, para evitar que la diferencia fuese superior a los 40 puntos. Lo que no pudo evitar el equipo local fueron los 100 puntos encajados, rubricados por Añares con dos tiros libres.
Ficha técnica:
65.- Ponce Valladolid: Alejandra de la Fuente (8), Nerea Martínez (0), Aleysha Lovett (5), Selbe Toure (6), Cecilia Aldecoa (21), –quinteto titular– Sophie Diongue (5), Khady Cisse (9), Sara Manso (0), Raby Oliveira (2), Sofía Román (0), Samaria Howard (6) y Tania González (3).
100.- Añares Rioja ISB: Naroa Uria (9), Intza Lizarazu (15), Mariene Cisse (4), Laura Johnson (13), Chloe Wells (31), –quinteto titular– Garazi Aguerri (10), Eider Bereziartu (0), Maite Zubizarreta (14) e Itaso Astigarraga (4).