64-83: Vuelta a las andadas

Falta de confianza en los suyos, ausencia absoluta de tacto al hacer los cambios y cierto conservadurismo de mal olor sobrevuelan por el banquillo morado. Hubo una serie de jugadores que cumplieron y que no vieron recompensada su labor cuando el partido se decidía y eso es un gran debe achacable al entrenador. Pero vayamos por partes.

Los primeros minutos de encuentro ya ofrecían un pequeño bosquejo de lo que esperaba a la parroquia morada: ritmo bajo, denso y aburrido a más no poder. En esos instantes iniciales destacó la figura de Iván Martínez. El canterano aportó siete puntos, con triple a tabla incluído, que levantaron los ánimos pucelanos. Justo después, cuando fue sustituido en su mejor momento, llegó la reacción gipuzkoana: un parcial de 8-2 obligó a Casas a pedir un tiempo muerto que apenas solucionó nada. El primer cuarto finalizaba con un paupérrimo 13-15 y la sensación general del sopor más absoluto.

El partido transcurría con Gipuzkoa Basket por delante, pero el marcador ajustado, y era Danilo Andjusic el que tiraba de galones y forzaba acciones para provocar las faltas visitantes. El aumento en la confianza del serbio en las últimas jornadas es palpable y su importancia dentro de los sistemas ofensivos del equipo está siendo vital. Otro gran descubrimiento ha sido Nikola Cvetinovic, el segundo serbio a orillas del Pisuerga. Su brega y trabajo en la canasta contraria le permiten sacar muchos réditos, como canastas tras rebote ofensivo o sacar faltas personales. La pareja balcánica fue la gran protagonista de los primeros minutos del segundo cuarto.

Y continuaron con su racha, especialmente Andjusic, quien anotó dos triples consecutivos que pusieron al CB Valladolid por delante en el electrónico (32-30 min. 18), lo que supuso una gota más dentro del tarro de las esencias del escolta serbio, recipiente que se está encargando de llenar en las últimas fechas. De ahí al descanso, la jugada cómica de la primera parte, con Jason Rowe anotando un palmeo rodeado de tres jugadores que, como mínimo, le sacaban 30 centímetros de altura.

El tercer cuarto comenzaba con el CB Valladolid dos arriba (36-34) y los primeros compases mantuvieron esa dinámica, con una interesante serie de triples protagonizada por Ramsdell, Winchester, Omari Johnson  y Sanders.  Las ventajas de uno y otro equipo no superaban los cinco puntos y en este tercer cuarto aparecían hombres inéditos hasta entonces, como Raulzinho Neto por parte visitante y Haritopoulos por parte local. Mención especial para la jugada espectacular de la noche, en la cual Omari Johnson culminaba un pase de “touchdown” de Suka-Umu con un espectacular mate a una mano, ante la defensa de Ramsdell.

Con el empate a 55 tras el tercer período se llegaba a los últimos diez minutos con todo por decidir. Y Jason Robinson, un ex jugador vallisoletano, se empeñó en que la victoria se fuera a tierras vascas. Sus puntos en el último cuarto resultaron decisivos, bien ayudado por un eficiente Javi Salgado. Para estos minutos decisivos, Ricard Casas se acordó de un Sinanovic que no se sabe bien si está dentro o fuera del equipo. Su sola presencia reboteadora cambió el aspecto del CB Valladolid, cosa no muy complicada ya que Haritopoulos está lejos de su nivel inicial y se pierde en protestas innecesarias.

Fue cuando quedaban menos de cinco minutos cuando Gipuzkoa Basket tomó la máxima ventaja del partido (+10), gracias a un triple de Salgado, defendido con la mirada por Rowe, quien acumuló una serie de despropósitos demasiado continuados para un base. La rotación de Casas, demasiado conservadora, no premió a Iván Martínez o Cvetinovic, que estaban cuajando un excelente encuentro, y manteniendo a Rowe o Sanders, a un mundo del rendimiento que se espera de ellos. Además, crucificó a un cumplidor Sinanovic al sustituirlo tras una mala acción del bosnio. El parcial encajado en los diez minutos finales fue escandaloso (9-26).

Los instantes finales de partido transcurrieron de forma vergonzosa por la diferencia que llegó a alcanzar el conjunto vasco y que puso de manifiesto las carencias en la pista y en el banquillo morado. La grada despidió con pitos al entrenador y con aplausos al equipo, dejando clara su posición al respecto. Tiempo de reflexión y de averiguar cuáles son las razones de tan lamentable último cuarto.

FICHA TÉCNICA:

64 - CB Valladolid: Rowe (13), Martínez (7), Sanders (2), Johnson (4), Sinanovic (2) – cinco inicial – Haritopoulos (4), Cvetinovic (18), Wihjalmsson (2), Andjusic (12), Suka-Umu (-).

83 - Gipuzkoa Basket: Neto (11), Winchester (11), Robinson (16), Ramsdell (9), Doblas (12) – cinco inicial – Motos (-), Huskic (-), Hanley (3), Salgado (14), Olaizola (4), Cortaberría (3).