Wihjalmsson, durante e partido. FOTO ACB Media M.A. Polo
Baloncesto | CB Valladolid
108-57: Ni siquiera compitieron
2 de Noviembre de 2013
Si perder ante Valencia Basket entra dentro de la lógica, más aún si es en La Fonteta, hacerlo como lo hizo el CB Valladolid, dando una imagen avergonzante, especialmente los dos primeros cuartos, no es lo más idóneo. El juego en equipo que maravilló frente Cajasol desapareció por arte de magia y dio paso a un individualismo general que puso las cosas demasiado fáciles a los pupilos de Perasovic.
Peor no podía empezar el CB Valladolid. Con sólo un tiro libre anotado por Haritopoulos, los morados lanzaban sin acierto, especialmente desde el 6.75, y sólo el rebote ofensivo impedía que los taronja aumentaran la diferencia. Pero tanto va el cántaro a la fuente que, con un triple de Van Rossom, Valencia alcanzaba los 10 de renta y obligaba a Ricard Casas a pedir tiempo muerto. Tras el receso, el equipo vallisoletano pasó a una defensa zonal que frenó la sangría local, aunque seguía encontrando múltiples dificultades para ver el aro. La retaguardia valenciana paraba con faltas cualquier acercamiento peligroso y los puntos visitantes sólo se sumaban desde el tiro libre. De hecho, el primer cuarto finalizaba con un sonrojante 26-8 donde el CB Valladolid falló todos los tiros de campo que intentó.
Suena a broma, pero los de Ricard Casas anotaron su primera canasta en juego al inicio del segundo cuarto, gracias a Sinanovic. El bosnio fue el mejor en este inicio de partido y, tras regresar al banquillo, ese rol lo asumieron Suka-Umu y Wijhalmsson, pidiendo la bola y creando peligro a los locales. Pese a ello, Valencia ya doblaba en el marcador a los morados cuando no se había llegado al ecuador del segundo parcial, merced a una impecable y agresiva defensa. Con la diferencia cada vez más grande se llegaba al descanso de un partido que se estaba quedando sin historia. Si los jugadores andaban erráticos, Ricard Casas se mostraba incapaz de ofrecer soluciones.
El paso por vestuarios apenas cambió el guión: la intensidad defensiva de Valencia Basket superaba ampliamente a la intensidad, en general, del CB Valladolid y una canasta de Rafa Martínez ponía el electrónico en un incalificable 53-23, con treinta puntos de desventaja visitante. La frustración dominaba a los morados y Vasilopoulos, desaparecido en combate, cometía su cuarta falta personal a los cuatro minutos del tercer periodo. El paso de los minutos no hizo sino dejar constancia de la enorme diferencia de talento e intensidad que hay entre ambos equipos. Aunque la calidad se compra, las ganas no, y de eso adoleció el conjunto de Ricard Casas. Precisamente el técnico catalán deberá revisar el vídeo del partido para analizar errores, muchos, e intentar aprender de cara al próximo partido, empezando por él mismo desde el banquillo.
Esta derrota en Valencia debe hacer reflexionar a los jugadores y el propio entrenador el plan de vuelo. La flexibilidad en la gestión no es muestra de debilidad y la psicología en un equipo como el CB Valladolid, se antoja necesaria. En lo estrictamente deportivo, sólo es posible destacar el orgullo demostrado por Haritopoulos e Iván Martínez, además de buenos momentos puntuales de Suka-Umu y Sinanovic. En el lado negativo, una vez más, aparece Akeem Wright, quien es incapaz de soltar el balón y sólo busca sus puntos. Ese papel de generador que le otorgó Ricard Casas en su presentación era, cuanto menos, optimista. La oportunidad de lavar esta imagen llegará el próximo domingo en Pisuerga ante al Laboral Kutxa.
108 - Valencia Basket: Van Rossom (11), Martínez (11), Sato (11), Doellman (18), Lishchuk (14) cinco inicial Triguero (11), Lucic (4), Lafayette (6), Aguilar (11), Pérez (5), Abia (6)
57 - CB Valladolid: Wijhalmsson (5), Suka-Umu (4), Wright (4), Vasilopoulos (7), Haritopoulos (7) cinco inicial Izquierdo (2), Martínez (3), Sinanovic (8), Johnson (4), Andjusic (13)