Foto de familia de todos los presentes
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Voleibol  |  Homenaje

La 'gran familia' vuelve a reunirse por Navidad

22 de Diciembre de 2013
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres
Una cita ya habitual que sirve para comprobar cómo unos pactaron con el diablo mientras otros se descomponen por momentos. Pero sobre todo para compartir risas e historias. No estaban todos los que eran pero sí eran todos los que estaban. Y es que la 'gran familia' del voleibol vallisoletano volvió a ser fiel a su cita y se reunió en torno a una mesa para recordar batallas y comprobar que el buen ambiente no ha cambiado un ápice a pesar de los años que ya se han consumido.


Hubo quien se cruzó el charco desde México o Perú y otros que 'sólo' saltaron desde las Islas Baleares. Pero es que nadie se quería perder la cita. Eso sí, se echó de menos a pesos pesados de esta cena-aniversario como mítico Molina -promotor de la idea-, Nacho Arranz o el prestigioso doctor Javier Macías.


La jornada arrancó al filo de las siete de la tarde con un partido de pádel en las instalaciones del CDO -gentileza de Paco de la Fuente-. Y es que son pocos ya los que se atraverían con un partido de voley a cinco sets. De hecho, los 'valientes' de la raqueta no quisieron dar el resultado final a los medios de comunicación y terminaron en el spa, en necesario acto de recuperación, antes de sentarse a la mesa para degustar un sabroso menú impropio de deportistas.


Una cena amenizada por el gran Rubín Martín con una 'breve' sesión de fotos de las más de 5.000 que lleva recaudadas para su particular repaso a la historia del voleibol. Nunca un merecido homenaje en el Día del Minivoley tuvo una consecuencia tan contundente. Y es que a todos y cada uno de los presentes, el pequeño-gran hombre preguntó e interrogó sobre si tenía fotos o documentos sobre los años dorados de nuestro deporte. No quiero pensar como serán las tapas de esta esperada publicación...


Además, los asistentes quisieron colaborar "de forma totalmente voluntario y desinteresada" con el equipo femenino cadete federado del CD Lourdes con la compra de sus llaveros con forma de balón de voleibol. Un obsequio al precio nada excesivo de dos euros, y al que casi nadie se pudo resistir ante semejante oferta.


También fue recordado y comentado el líquido elemento que trajo Carlos de México, llamado mezcal, y que hizo dura competencia al que aportó Leopoldo desde Perú, de cuyo nombre no puedo o no quiero acordarme. Y eso que este segundo 'bebercio' tenía una etiqueta de "hecho en Italia" que invitaba a la sospecha. 


En definitiva, una gran velada para rememorar los años de voleibol de varias generaciones que confirmaron que el deporte es algo más que una disciplina física. Para muchos de nosotros, es un estilo de vida...