SÁBADO Y DOMINGO EN ZORRILLA

David de la Fuente | Diario de un aficionado
18 de Abril de 2016

Fin de semana completo de deporte y de emoción en Zorrilla. El sábado para ver al Real Valladolid de nuestros amores (porque hay que quererle mucho para seguir subiendo al campo a verle) y el domingo para disfrutar del rugby, para disfrutar de la fiesta, de Valladolid, de la familia subiendo todos juntos al campo. . . envidia sana por el ambiente y por las cosas bien hechas.

Sábado por la tarde: preparo mi sudadera del Pucela y mi camiseta del Quesos. Voy a Zorrilla y primer sopetón, gol del Zaragoza, empatamos y bocadillo en el descanso. Llega la segunda parte, nos meten otro gol y fin del partido. Esta historia me suena mucho de todo el año, aunque la verdad es que jugamos bastante bien peo nos faltó el gol. Y la pregunta es ¿Por qué no hemos jugado así otros partidos? De esta forma se nos hubieran escapado pocos puntos, pero es que a estas alturas jugar bien ya no nos vale; en la situación que estamos ya solo nos vale ganar. Y el domingo que viene a Pamplona hemos de ir. En fin, ¿qué hará nuestro Guadiana Valladolid?

Con el ánimo bastante decaído bajo al centro y cambio de chip. Fuera desilusión, fuera cabreo y empieza la fiesta del rugby. Quedo con Quique y Jesús, unos amigos de Pamplona precisamente que “sólo” vienen para ver el partido y con Íñigo y con Sara. Vamos al Dublín y La Central a vivir la previa, tomar una pinta y poco más que hay que madrugar para coger sitio al día siguiente.

Domingo por la mañana: abrimos la ventana y huele a rugby. Cogemos fuerzas con un buen desayuno que espera un día duro. Son las 10.30 de la mañana y suben riadas de personas vestidas de azul unos, y blanco y negro los otros. Aunque es pronto no podemos evitar tomar algo en la Fan Zone, ver los puestos de merchandising  y “pá dentro” que somos muchos y queremos estar todos juntos. Lo vivimos como una fiesta y nos juntamos 60 entre adultos y niños. Como no podía ser de otra forma unos del Quesos y otros del Chami.

Una vez acoplados sacamos nuestro arsenal de hornazo que trae José Manuel, empanadas de Nuria y Diego, chorizo y salchichón de Carlos, queso de Fernando, gusanitos, patatas fritas y cachis de cerveza sin alcohol, por supuesto. Así de esta forma se nos pasa la hora de espera bastante rápido.

Se acerca el momento y un murmullo primero y fuertes aplausos después. Entra el Rey Don Felipe acompañado de autoridades, políticos  y demás. Nos ponemos de pie y suena el himno nacional. Silencio, respeto y se me ponen los pelos de punta de la emoción. Y es que uno se emociona siempre que suena el himno, pero que suene en tu estadio, en Zorrilla, ante 25.000 espectadores, ante el Rey. . . lo cuento siempre que puedo y es que oír sonar los himnos nacionales es un partido de rugby suena distinto. Hace tres años en Stade de France, París, partido 6 Naciones Francia-Escocia, suena el Flor de Escocia primero y la Marsellesa después. . .  pues algo parecido pero mejor el domingo en Zorrilla. Y además inmediatamente después todo el estadio gritando ¡Felipe, Felipe! Y es que si un Felipe, Felipe II se llevó la capital del Reino a Madrid, ha tenido que ser Felipe VI el que vuelva a la capital del rugby español.

Comienza el partido y disfrutamos de la tensión del partido, porque como era de esperar en un partido de estos, juego poco. Muchos nervios de los dos y emoción total. Silencio sepulcral cada vez que van a patear Griffiths o Katz. Unos se levantan del asiento cuando Alberto Díaz hace el ensayo y otros nos llevamos las manos a la cara...  Final del partido y triunfo para El Salvador. El título se lo llevó el Chami pero la victoria ha sido de todos.

Y cómo no, después un Tercer Tiempo fantástico que nos organizó Luis en el que no faltó algún pequeño pique de los chamizos a los queseros, un “os vamos a dar en la liga” de los queseros a los chamizos, y todo regado con buen vino de Vicente, buen humor y compañerismo.

Y es que ¡Viva España, viva el rugby!