Tal día como ayer
Mismo día, misma hora. Menos calor, menos gente y menos nervios, pero igual emoción en el minuto 116 con el gol de Iniesta que hizo a España campeona del mundo. Un año después, la cafetería cervecería Calle Mayor reunió a sus incondicionales en torno a una pantalla gigante para conmemorar el aniversario. Ataviados con camisetas rojas, grupos de amigos que ya habían acudido el año anterior, volvieron al mismo bar a pasar un buen rato con el partido y los sorteos que habian preparado los hermanos Pérez, dueños de Calle Mayor.
"Un lunes es un mal día pero tenía que ser la misma fecha, falta gente, el año pasado no cabíamos en el bar y sacamos otra televisión a la calle", explica Guillermo, que reconoce que no vio la final ni entonces ni ahora, "entre la emoción y el tabajo...", se excusa.
Los allí reunidos saben casi todas las respuestas del concurso -desde quién fue el equipo más goleador hasta el lema del autobús que transporto a la Selección- por lo que se llevan camisetas, vasos de cerveza, dos peluches del pulpo Paul, un mp3 de la tienda de Sony Gallery y varias visitas a la bodega Prado Rey en Rueda.
En el descanso reparten unos platos con 80 pulpos Paul, un pincho de salchicha con una salsa de la bandera de España y un joven canta el estribillo del Waka-Waka para llevarse otro regalo. Alex, de nuevo, hace fotos a la gente como ya hiciera el año pasado, de hecho, trae un libro de imágenes del partido y la gente busca las mismas caras conocidas.
Con la reanudación, vuelve la concentración en el partido, grita ¡uy! en las oportunidades, vuelve a pedir la tarjeta roja con la patada a Xabi Alonso, "¡qué susto!" en la parada de Casillas a Robben y ve el partido de diferente forma: "estaba muy nervioso, no soy consciente de muchas de estas oportunidades", dice Ángel a Javi que vieron también juntos la final en el bar: "yo creo que la prórroga ya ni la vimos de los nervios", le contesta.
Y así vuelve a llegar la segunda parte de la prórroga, pero ahora la gente grita "¡a por ellos!", aplaude la roja a Heitinga, y cuando España roba el balón en el minuto 25 empieza a oirse "que viene, que viene" hasta que el júbilo vuelve a apoderarse de ellos que estallan con el goooool!!!!!!!
Al terminar el partido, y con la canción "We are the Champions" de fondo, todavía queda una sorpresa más: destapan una bandera de España que tapa una réplica de la Copa del Mundo cedida por la Federación regional de fútbol y entonces la gente comienza a hacerse fotos con ella, mientras en la televisión vuelven a emocionarse cuando Casillas levanta la de verdad.
Así lo vivió Valladoliddeporte.es el año pasado: http://www.valladoliddeporte.es/futbol/2010/07/valladolid-sufre-y-celebr...