0-0: Un punto valioso

Los primeros veinte minutos fueron de dominio visitante, aunque el conjunto de Mauricio Pochettino, que ahogó con su presión a los medios centros vallisoletanos, carecían de mordiente arriba y sólo inquietaban con los regalos que los blanquivioleta se empeñaban en servir.

Faltaba punch y posesión de balón en el medio del campo. Asimismo, el duelo se estaba calentando por momentos. El Valladolid se contagiaba de la agresividad del Espanyol y Diego Costa era expulsado por una fea acción en las narices del juez de línea.  Situación que descolocó y desquició al Real Valladolid, aunque el resultado no se movió al descanso.

Tras el tiempo de asueto, Onesimo dio entrada a Haris por Marquitos y, minutos más tarde, a Manucho por Canobbio. Mientras tanto, un nervioso Valladolid por la inferioridad conseguía que el Espanyol no generase peligro, en parte gracias a la seguridad de la zaga y al tremendo desgaste de Borja, el pulmón de este equipo.

Las ocasiones de uno y otro equipo brillaban por su ausencia pero la incertidumbre del marcador dotaba de dramatismo a un choque en el que el Valladolid se dejó el alma en cada ataque suyo y del adversario. No obstante, Manucho no es Diego Costa, y desperdició dos ocasiones que podrían haber dado una épica victoria al Valladolid.