Samuel Carmona en estado de gracia FOTOS: Mariano González
Samuel Carmona en estado de gracia FOTOS: Mariano González
Samuel Carmona en estado de gracia FOTOS: Mariano González
Kevin de la Nieve impartió una clase magistral de técnica ante Carlos Gamella
Salvi jugó como un gato con su presa
 Miguelón se encontró con un rival bravo
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Velada con aroma olímpico

1 de Octubre de 2016
Los púgiles vallisoletanos levantaron el telón de Trofeo de Ferias Alfredo García- Liga Dexter Volprint brindando a su afición la Copa de España conseguida por Castilla y León. Detrás de la cerradura está la llave del futuro del ring vallisoletano, que apunta a dejar su nombre grabado en citas olímpicas como la de Tokio 2020, donde aspiran a estar púgiles como Salvi Jiménez, Miguel Cuadrado o Antonio Iglesias. 


El boxeo vallisoletano tiene un largo camino por andar hasta la capital japonesa, pero el camino le han abierto púgiles de la talla de Kelvin de la Nieve (olímpico en Beijin 2008 y Londres 2012) y Samuel Carmona (diploma olímpico en Río 2016). Ambos se subieron al cuadrilátero en Valladolid para sentar cátedra y dar una clase de cómo coger una brújula que dirija a lo más alto. 


Carmona se coronó en Rondilla, donde brindó a la grada el último combate de la noche. Lo mejor se quedó para el final, como en los buenos conciertos, como colofón. El púgil olímpico venció por unanimidad a Mario Ospina. Las buenas combinaciones de golpes lanzadas por el integrante del Club Boxeo Valladolid fueron estériles ante un Carmona en estado de gracia para el que cada golpe suena con la armonía de un cajón flamenco. 


El canario castigó a Ospina con un boxeo saleroso y vistoso para el gran público que se aleja mucho de la firma del otro olímpico del cartel, Kelvin de la Nieve, que impartió una clase magistral de técnica ante Carlos Gamella (Rayo Events Madrid). El púgil del Boxeo Valladolid apenas encontró oposición en su rival. 


Si los olímpicos pasados pusieron la guinda, el pastel lo cocinaron los aspirantes a futuros olímpicos. Miguelón, Salvi y Toñín hicieron sus deberes, algunos con más sudor que otros. Toñín cogió el guante lanzado por Carlos Barreras (Promotora MGZ), que obligó al vallisoletano a hacer un combate más físico; un terreno en el que se supo desenvolver con maestría el del Boxeo Valladolid (ganador por unanimidad). Salvi jugó como un gato con su presa; el pucelano volvió a dar un recital de boxeo y su superioridad quedó patente en su victoria por decisión unánime ante Hector González del Titobox La Rioja. 


Miguel Cuadrado tuvo que madurar más su triunfo ante Daniel Nanamouko (Rayo Events). Miguelón se encontró con un rival bravo, de esos que obligan a exprimirse a uno mismo. El púgil vallisoletano agarró el combate por los cuernos y demostró que, además de golpear, sabe esquivar y encajar golpes, dos requisitos fundamentales para ser un boxeador con aspiraciones olímpicas. Supo capear el temporal cuando su rival le quiso acocotar contra las cuerdas y atinar en su oponente cuando era la hora de sacar las manos. El resultado a esta ecuación fue una victoria por unanimidad a los puntos. 


Los primeros temas de la velada los interpretaron Juan León (Diablo Valladolid) y Alexis García y Fernando Gómez (ambos del Boxeo Valladolid). Suerte desigual en la esquina local en el primer tramo de la velada. Sólo el joven Alexis García pudo sumar una victoria para Valladolid; lo hizo después de vencer a Raul Vila (Rayo Events). El púgil del Club Boxeo Valladolid se fue creciendo con el paso de los minutos y acorraló a su rival, como buen aspirante a depredador (Victoria por decisión unánime). 


El duelo de valientes firmado por Daniel López y Juan León se ganó el aplauso del público. Ninguno de los dos boxeadores se guardó ningún golpe para otro día, los enseñaron todos sobre la lona azul de rondilla. El púgil del Amigos del Boxeo de Burgos, con buena técnica y mejor golpeo, desactivó a Juan Léon. Este combate de sangre caliente encontró su otra cara en el que enfrentó a Fernando Gómez con Diego Crespo (Pueblo Boxing España), con un boxeo de estrategas usaban la técnica hasta encontrar dónde hacer daño. Ambos lanzaron con tiento la caña sobre su oponente aunque Diego Crespo fue quien terminó pescando la victoria gracias a un vistoso ejercicio de esquiva.