Kiko Martínez gana en un minuto

Se anunciaba gran noche de boxeo en el polideportivo Pilar Fernández Valderrama. La gran acogida de público que casi una hora antes de la programada, hacía larga cola en espera de que abrieran las puertas del recinto dejaba claro que Valladolid está ansiosa de buenas veladas. 

El primer combate, de categoría olímpica, ponía en juego  correspondía al Open Boxing Castilla y León. En los 91 kilos se enfrentaron Alvaro Cires (Cádiz) y Rafael Secilla (Córdoba) y la noche empezaba con rotundidad ya que un impresionante crochet del cordobés envió a las cuerdas al gaditano sin remisión. K.O. técnico.

En el segundo combate Fernando Rapallo (Asturias) y Franco Maiorano (Madrid), en 56 kilos cambiaron de estilo como correspondía a si ligereza en la báscula. Al final del tercer asalto los jueces decidieron dar el triunfo al madrileño y en su decisión sin duda influyeron las varias cuentas de ocho que hubo que enviaron al asturiano a su rincón.

El tercer combate (femenino en 51 kilos)) era el turno de Valeria del Carmen Saldaña (Córdoba) y Eneritz Borinaga (Bilbao) y se decantó a los puntos  a favor de la vasca.

Cambio de sexo y de peso para el cuarto combate. En los 81 kilos Isaac Reyes (Soria) medía sus fuerzas con Manuel Romero (Córdoba), ambos púgiles con impresionante condición física y sin rehuir la pelea en ningún momento. Al final los puntos inclinaron la balanza a favor del castellano.

El polideportivo de la Parque Alameda comenzaba a calentarse; el 5º combate entre Salvador Jiménez (Valladolid) y Borja López (Málaga), en 60 kilos era una de las mayores atracciones de la noche y Salvi tiene una serie de seguidores incondicionales y bulliciosos que le acompañan donde pelee.No es de extrañar ya que nunca defrauda. Esta vez tampoco lo hizo, su boxeo sin concesiones finiquitó el combate en el segundo asalto por KO técnico. El árbitro del combate quiso evitar males mayores a su oponente malagueño.

Color local también en el 6º combate. La fina esgrima de Antonio Iglesias, Toñín presentaba batalla al aguerrido y musculado asturiano Basilu Dieye. Los puntos volvieron a inclinar el fiel de la balanza al lado vallisoletano.

En 69 kilos Sergio Fernández (Asturias) buscaba el triunfo en su peso ante el gallego Aarón González (Pontevedra), y lo logró imponiéndose a los puntos.

La pasarela que unía el pasillo de  vestuarios del con el ring se llenaba de niebla artificial, el presentador se desgañitaba intentando calentar el ambiente que ya estaba caldeado, pero cuando el nicaragüense Herald Molina hizo su aparición algo se notaba que el combate no iba a dar mucho de sí. El profesional centroamericano ya en el pesaje había dado la impresión de ser “poco arroz” para Kiko, La Sensación, Martinez. Los peores augurios se hicieron realidad  antes del primer minuto de combate: un gancho de izquierdas de Kiko que impactó en las costillas de Herald Molina hizo que hincara por primera vez las rodillas y el certero crochet que el tres veces campeón mundial de los supergallos lanzó a la cara de su adversario lo tumbó sobre la lona y el árbitro no tuvo más opción que suspender el combate para desconsuelo de los espectadores que esperaban más de la velada.

Al panorama se presentaba para los siguientes combates, pero la noche continuó y nos dio la oportunidad de ver como Lara García (Segovia) se imponía a  Sandra Guerrero (Albert Ledoux) en 52 kilos por KO técnico a pesar de sus protestas  y antes del esperado combate de Miguelón como los madrileños Gabriel Escolar yBrando Moreno (Madrid), dos púgiles en los 52 kilos de boxeo desordenado y saltarín dilucidaban su turno con triunfo del primero a los puntos.

Como no podía ser de otra manera, Miguel Cuadrado (Valladolid) y Eduardo Sorín (Cuba Boxeo), en 75 kilos no defraudaron al publico vallisoletano. Al final se impuso la garra y la técnica de Miguelón, pero su contrincante no se lo puso nada fácil.

Queda para el análisis si la elección del contrincante de Kiko era acertada, si era la acertada según la bolsa en juego, si un contrincante con la poca entidad de su oponente  es bueno para la carrera de Kiko, si lo es para el futuro de las veladas vallisoletanas, pero para espectáculos largos los partidos de cricket, que pueden durar dos días. Habrá que hacer caso al tatuaje que cruza el pecho de Kiko: "sólo Dios me puede juzgar".

Lo que está claro es el mérito indiscutible de los organizadores que han conseguido una jornada de boxeo televisada en Valladolid y ojalá se cumplan los rumores de mundial ya andan por los mentideros del boxeo vallisoletano.