Canobbio, Pedro López o Fausto Rossi señalan el camino a seguir por el Real Valladolid en un partido que el Pucela planteará como con el discurso de mucho que ganar y poco perder. Una victoria catapultaría a los de JIM muy cerca de la permanencia. Las cuentas no aseguran pero sí acercan la salvación sumando seis puntos, para llegar a los 41, en los tres partidos que le restan a los blanquivioleta por disputar. De reojo, el Valladolid piensa en el domingo y en el duelo frente al Real Betis en el Benito Villamarín, pero el recuerdo de la victoria frente al Barcelona hace tan solo unos meses mantiene viva la llama de la ilusión frente a todo un Real Madrid. Si los de Ancelotti se juegan la Liga, los pucelanos se juegan la vida. Un nuevo "Pucelazo" podría dejar a golpe de victoria la continuidad en Primera, que podría ser incluso matemática en la noche del domingo.
Manucho ha sido el nombre propio durante las últimas horas. El lunes, tras el primer entrenamiento, el club descartaba al angoleño pública y oficialmente. Él reconocía a la prensa que intentaría llegar. El martes, a la inversa, JIM no garantizaba su ausencia, pero el jugador asumía que no jugaría. Por lo tanto, aunque parece más probable que no entre en la lista de convocados, nada se puede dar por hecho. Sí es cierto que hay sensación de que lo importante se juega el domingo y es donde no puede faltar un futbolista importante en los tramos finales de campeonato.
Su baja dejaría un hueco en el once titular, una plaza que podría ser para Humberto Osorio o, si JIM no quiere experimentos, para un Óscar González aferrado al once pese a no encontrarse en su mejor estado. Se mantiene la esperanza de que aparezca en el momento más decisivo. Bergdich, Larsson, o incluso Jeffren podrían ser de la partida. En el centro del campo se da por hecho que Rubio volverá para acompañar a Víctor Pérez, pero sí frente a los de Martino funcionó Marc Valiente como mediocentro, quizás Juan Ignacio piense en algo parecido, aunque su intención es hacer daño por los costados, algo a lo que no acostumbra el Real Valladolid.
El tótum revolútum de la última jornada con los resultados de Barça, Atleti y el propio Real Madrid han revalorizado para los blancos un partido que no quieren dejar escapar para meter presión en Liga al rival que también tendrán en la final de la Champions. No estará Gareth Bale ni tampoco Dani Carvajal, pero sí Luka Modric.
Un triunfo o un empate permitirían al Real Valladolid seguir dependiendo de sí mismo, algo que impediría una derrota. Zorrilla, probado y comprobado fortín blanquivioleta esta temporada, que no presencia una derrota local desde el mes de noviembre, reta al Real Madrid y pretende asustar a los siete equipos que, junto al Pucela, pelean por evitar las dos plazas que dan el billete negro, el que conduce a Segunda División. Pase lo que pase, no obstante, habrá vida.
