El JIM y el yang

Elegir el momento para destituir a un entrenador es en ocasiones realmente complicado. Suele haber dos premisas. Una, la de no hacerlo tras un partido en un campo difícil frente a un grande. La otra, la de no hacerlo justo antes de un encuentro frente a un rival directo por la sensación de que no dará tiempo a prepararlo y adaptarlo a las órdenes del nuevo técnico. Y en esas está Carlos Suárez. La última derrota fue en el Calderón y el siguiente partido será frente al Málaga. Un imposible y una finalísima, respectivamente. Pero el partido frente al Levante también es una final.

De todas formas, parece haber llegado el día de la verdad para JIM. Caerá, muy posiblemente, si hay derrota. La duda es qué pasará en caso de empate. Y para duda, saber hasta qué punto Martínez es responsable del descalabro de este Real Valladolid. Él, en rueda de prensa, pareció mandar un mensaje cifrado a los despachos de Zorrilla aprovechando la situación de Quincy.

Los compañeros le pasan como motos, dijo. Igual en 15 días cambiamos el chip, amplió. Palabras duras para un jugador que venía para jugar frente al Levante  y que, más que probando, está poniéndose a punto. De momento no se le ha dado de alta y no entrará en la lista para el partido frente al equipo de Caparrós.

Lo que no se termina de deshojar es si estará Óscar González. El jugador repitió esta semana la táctica de meses atrás, cuando se descartó por una sinusitis y terminó participando frente al Real Betis. La sesión matinal en Zorrilla será decisiva para su presencia. No estará en el once titular, donde podría haber dos delanteros. La otra gran duda está en el centro de la zaga. Disponibles Mitrovic, Rueda y Valiente solo dos podrán ser de la partida. Los números avalan al serbio y al extremeño, pero es que catalán el menos acostumbrado a estar en el banquillo.

El Levante UD llega con Sissoko por primera vez en una convocatoria de Caparrós. Vuelve a Valladolid poco después de haber estado para firmar un contrato que nunca se llegó a garabatear.