Fotos: Ángel Becerra
Fotos: Ángel Becerra
Fotos: Ángel Becerra
Fútbol  |  Real Valladolid-Deportivo de la Coruña

1-0: Permanencia atornillada

11 de Mayo de 2013
Escrito por
Antonio Aragón
Otra temporada en Primera que ya habrá tiempo de planificar y estructurar. Ahora huelga celebrar un año de notable alto en el que un equipo, estrecho e inexperto, ha exhibido compromiso, conjunción y gusto por el toque y la creatividad. Todos a una. Como en Fuenteovejuna.

Un éxito que se analizará con más pausa, que permite consolidar los cimientos del club en aciagos momentos en lo tocante a la liquidez y que se ha cerrado hoy, sábado, 11 de mayo, tras doblegar al Deportivo de la Coruña con oficio pero sin zarandear el sufrimiento. Sabe más rico.

1-0. Tanto obrado por Javi Guerra al inicio del segundo período tras un saque de esquina botado por Ebert que se coló como Pedro por su casa en el área coruñesa, donde el ariete malagueño, en estado de gracia en este final de temporada, recurrió a un golpeo de tacón para conseguir que el balón diese un beso de tornillo a la red de la portería del estadio José Zorrilla.

Un coliseo que vivió hoy un ambiente espectacular desde los prolegómenos. El Deportivo de la Coruña, al que se le va la vida, movió a unos cinco mil fieles hasta el graderío blanquivioleta. Hinchas que exhibieron vítores y pasión incombustible que dieron un brillante colorido y que contribuyeron a la mayor producción ofensiva del Deportivo de la Coruña en los instantes iniciales del partido.

Se fue haciendo con el dominio del cuero, pero sin grandes alardes. El Real Valladolid, un tanto encunetado, entretanto, se iba desperezando con velocidad al contragolpe pero con escaso tino en el pase definitivo. Tampoco lo tenía el conjunto gallego, que se atascaba a cuarenta metros de Jaime.

De este modo, la posesión se fue nivelando y el Real Valladolid, percatado de que no debía recoger la alfombra roja que había tendido a los medios centro blanquiazules, combinó transiciones pausadas con otras chispeantes, como la que propició la primera ocasión del partido a los 23 minutos de juego y que llegó después de un centro de un veloz Larsson por la izquierda, el cual fue peinado por Ebert y empalado por Óscar en el borde del área. Se marchó alto.

El Deportivo respondió con un remate de cabeza al palo, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego. Desde entonces, fue un toma y daca. Timorato por ambas partes. Atenazado por la tensión de lo que había en juego, la cual se palpaba desde el vomitorio más alto. No había explosividad. Se anhelaba la profundidad y, con estas, Jaime y Aranzubía se marchaban a los vestuarios sin apenas haber intervenido y sus guantes impolutos.

Un tiempo de asueto en el que se regó el campo. Declaración de intenciones. Chi lo sa...

Y es que el Real Valladolid comenzó el segundo período más enchufado y más punzante. Un centro de Rukavina despejado por Silvio casi se cuela en propia puerta. Fue saque de esquina. El córner en el que Guerra, como ya hemos narrado antes, logró el único tanto del encuentro y que atornilló la permanencia.

Un gol que dio alas al Real Valladolid, que cuajó los mejores minutos del partido inmediatamente después. Contemporizó y acumuló varias llegadas de cierto peligro. Pero el Deportivo, en cuanto se dio cuenta de que no podía derrumbarse como un castillo de naipes, espabiló, subió su presión metros y acortó las posesiones locales.

No obstante, sus ataques eran previsibles, trotones y deshilachados. Un cantaor flamenco al que por mucho chorro de voz que dispusiese le fallaban la coordinación en las palmas y la emotividad de la guitarra.

Aún así, se sufrió. Varios disparos lejanos mal despejados por Jaime, algunos balones colgados y hasta un gol anulado por fuera de juego (por lo que se ha podido ver en la tele, inexistente, según dicen) infirieron angustia y un dañino tembleque en el respetable. El Real Valladolid aguantó el tipo como Bruce Willis en cada una de sus intervenciones en La Jungla de Cristal y, al final, el asedio del Deportivo cayó en saco roto para regocijo de los blanquivioleta, quienes huyeron de hipotéticas complicaciones de última hora y sellaron una permanencia merecida. Indiscutible.


FICHA TÉCNICA:


1 - REAL VALLADOLID: Jaime; Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Balenziaga; Álvaro Rubio (Lluís Sastre, min. 58), Víctor Pérez; Ebert, Óscar (Baraja, min. 82), Larsson (Alberto Bueno, min. 74); y Guerra.

0 - REAL CLUB DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Aranzubía; Manuel Pablo (André Filipe, min. 88), Aythami, Zé Castro, Silvio; Alex Bergantiños (Nelson Oliveira, min. 63), Juan Domínguez (Jesús Vázquez, min. 85); Bruno Gama, Valeron, Pizzi; y Riki.

GOLES: 1-0, min. 49: Javi Guerra.

ÁRBITRO: Mateu Lahoz (comité valenciano). Amonestó Álvaro Rubio, Rukavina y Guerra, del Real Valladolid; y a Nelson Oliveira, del Deportivo de la Coruña.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la trigésimo sexta jornada de Liga celebrado en el estadio José Zorrilla ante unos 21.239 espectadores, unos cinco mil de ellos aficionados del Deportivo de la Coruña.