Bueno lucha con Cissokho por un balón. FOTO: Ángel Becerra
Fútbol | Real Valladolid
1-1: El Pucela no despierta a un murciélago dormilón
11 de Noviembre de 2012
Poner a un murciélago a volar por la mañana puede dejar a la criatura de la noche atolondrada y falto de orientación. Si además lo sueltas fuera de su hábitat, la sensación se magnifica. Aún así, a una criatura de la noche siempre se la tiene respeto, en ocasiones, demasiado. Esa fue la sensación que dejó el Valencia sobre el césped del José Zorrilla. No se le dan bien a los valencianistas sus salidas lejos de Mestalla. El equipo che aún no conoce la victoria fuera y el Valladolid no supo sacar ventaja de esa coraza blanda.
El propósito de enmienda del Valencia duró 15 minutos, el tiempo que tardó en sacar petróleo de la fragilidad pucelana a balón parado. A partir de ahi, su presencia se esfumó del campo.
El propósito de enmienda del Valencia duró 15 minutos, el tiempo que tardó en sacar petróleo de la fragilidad pucelana a balón parado. A partir de ahi, su presencia se esfumó del campo.
Óscar desde fuera del área dio el primer aviso a Diego Alves. Guardado, se puso al volante de un camión che que tocaba la bocina para avisar de su llegada cada vez que rondaba la meta de Dani Hernández. Intercambio de cañonazos desviados en un baile en el que ninguno se atrevía a pisar el pie de su pareja.
Parejo pudo ser el primero en desembalar el marcador con un lanzamiento de falta que hizo temblar la escuadra de la portería de Dani Hernández. A renglón seguido, Cissokho aprovechó un desajuste defensivo en la salida de una falta escorada para premiar el empuje valenciano.
La bala negra, lejos de dejar herido al equipo de Djukic, lo animó para salir a buscar el empate. El empuje vallisoletano instaló en el césped de Zorrilla un bunker pintado con los colores de la senyera, pero el control no se convirtió en ocasiones manifiestas de gol.
El Valencia, mientras, se encontraba sobre el tapiz tranquilo a su manera. Con el viento soplando de cara gracias al ciclón Cissokho, apostaban todas sus fichas al seso de Guardado y a la ruleta rusa de Valdez.
En medio de la ronda diurna a la portería de Diego Alves, Bueno se sacó de la manga un disparo seco que cerca estuvo de convertirse en el gol del empate. Sería el madrileño, después de una recta final de la primera parte baja en sal, quien a punto estuvo de poner el pie al coliseo blanquivioleta tras una jugada en la que el atacante se llenó de balón, cuando Velasco Carballo ya miraba su crono para mandar a los jugadores a las duchas.
Bajó Pellegrino al vestuario en el descanso. El argentino no pudo estar en el banquillo che tras sufrir en Mestalla la pasada semana los efectos de la nueva moda de expulsar a los entrenadores. Una corriente de la que Djukic sabe mucho. El técnico valencianista pidió a los suyos que dejaran el conformismo mostrado en la primera mitad en la taquilla. Bajo esta directriz, el Valencia intentó salir con otra cara, pero la reanudación se movió por los mismos hilos que en el primer periodo, con el Valladolid dominando, sin premio, el tempo del partido y con el Valencia buscando a la contra el gol que le diera la pastilla para curar sus males lejos de Mestalla. Lo consiguió Soldado, tras una de los pocos fogonazos que dejó Guardado desde el tanto valencianista, pero el internacional estaba en fuera de juego, para alivio de Djukic.
Omar Ramos fue un diablillo contratado a tiempo parcial para encender la caldera de Zorrilla. El canario dejaba destellos de calidad en su búsqueda de Manucho. El angoleño fue una isla en el ataque hasta que peinó el balón que cambió el sino del partido. El esférico muerto terminó en las botas de Ramos que le hizo el lío a Cissokho. El ex del Lyon pasó de héroe a villano y cayó en la trampa del insular. Derribó al centrocampista blanquivioleta cuando sólo Diego Alves le separaba del empate. Pena máxima y expulsión.
A Víctor Pérez no le tembló el pulso desde los once metros ante el que posiblemente es el mejor parapenaltis del mundo y reventó la redes del brasileño para reescribir el guión del partido. A partir del 1-1, el Valencia se estiró más, pero si el Real Valladolid no se arrugó con el 0-1, no lo iba a hacer con un punto en su bolsillo.
Salió Rubén Peña con un duende impropio de un debutante en la máxima categoría del fútbol español. El canterano exprimió los minutos que le brindó su técnico y puso nerviosos a los defensores valencianistas en la recta final del partido. El joven centrocampista se quedó sin premio. El Real Valladolid no supo rascar en la superficie de un equipo que demostró demasiado conformismo. El punto cosechado dejó el estomago a medio llenar para los pupilos de Djukic, que por juego, pudieron exprimir mucho más a un rival que muestra su faceta más blanda lejos de su campo.
FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO
1.- Real Valladolid: Dani Hernández, Rukavina, Rueda, Peña, Balenziaga, Víctor Pérez, Álvaro Rubio (Sastre. Min. 68), Omar Ramos (Neir. Min. 84), Bueno (Rubén Peña. Min. 77), Óscar y Manucho.
1.- Valencia CF: Diego Álves, Barragán, Ramí, Víctor Ruíz, Cissokho, Gago (Jonás. Min. 77), Banega (Tino Costa. Min. 69), Parejo, Guardado, Ferghouli y Valdez (soldado Min.45).
Goles: 0-1. Cissokho (Min. 14), 1-1. Víctor Pérez (p.) (Min. 65).
Árbitro: Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Espulsó a Cissokho por roja directa (Min. 63).
Incidencias: Partido perteneciente a la undécima jornada de Liga celebrado en el estadio Nuevo José Zorrilla ante 15.512 espectadores. En los prolegómenos del encuentro, la prensa gráfica de Valladolid realizó un homenaje al fotógrafo fallecido Félix Ordoñez.