El público llenó Valladolid. FOTOS A. Barrera / M. González / S. García / A. Becerrra
El público llenó Valladolid. FOTOS A. Barrera / M. González / S. García / A. Becerrra
El público llenó Valladolid. FOTOS A. Barrera / M. González / S. García / A. Becerrra
Perico Delgado
Oscar Pereiro con nuestro redactor
Subida a Villanubla por la carretera León
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Périco, asombrado con la respuesta del público

7 de Septiembre de 2012
Escrito por
Marlo Carracedo

Llevábamos en Valladolid una semana en la que no sabíamos si sacar la chaqueta o el pantalón corto, pero este miércoles estuvo claro. El sol se erigió con fuerza y abandonó la timidez precedente para dar la bienvenida a la etapa número 18 de la Vuelta Ciclista a España. El centro vallisoletano estaba de fiesta y la Virgen de San Lorenzo presumía del ambiente que poblaba las calles. Las casetas de la feria de día ofrecían sabores castellanos y acogían en sus barras el preludio de otra festividad que venía de hacer historia en la jornada precedente.

En los prolegómenos, el ambiente estaba dividido. Era fácil caminar por el casco histórico y escuchar la diversidad de opiniones acerca de las consecuencias de establecer la meta de la etapa en pleno centro de Valladolid. Aquellos a quienes el ciclismo no les aporta nada personalmente, se mostraban airadamente enfadados porque “no hay derecho a que corten tantas calles del centro por la Vuelta.

Algunos pasamos del ciclismo, estamos trabajando y esto nos trastoca todo”, nos contaba un viandante.
No todo el mundo aceptó que la etapa obligase a cortar unas calles muy transitadas y con un volumen de tráfico importante, pero la sensación general que desprendía la ciudad era que se respiraba ciclismo. Una hora antes de la llagada de los ciclistas al Paseo de Isabel la Católica ya podía verse a los primeros espectadores aferrados a las vallas publicitarias que marcan el camino hacia la meta. Los que no querían perderse la llegada de los primeros, aquellos que querían presenciar el sprint que otorgó la victoria a Bennati, que fueron los primeros de los muchos que llenaron la llegada y que se mostraron “encantados con que tengamos la Vuelta tan cerca y en pleno centro”.

Un sector afectado directamente por el paso de la Vuelta Ciclista a España es el de los taxistas. Hablamos con un grupo de taxistas y todos coinciden en la raíz de sus declaraciones: “Está muy bien que pase la Vuelta por el centro, no es ningún problema, al contrario. Pero deberían dar más preferencia al servicio público y no cortar las calles 2 horas antes, es excesivo”. Y es que piensan que el servicio de taxis podría evacuarse “en un momento” porque son vehículos que no se detendrían en las zonas cortadas ya que realizan “un tránsito y no vamos a molestar, despejaríamos rápidamente la zona”. Si con la organización se muestran disconformes, con la afluencia de gente que congrega la Vuelta, gracias a la ubicación de la meta, se muestran “muy contentos porque  se trabaja mucho más”.

Y es que el impulso económico que genera el evento deportivo es evidente cuando a la llegada del grupo de cabeza se hace imposible caminar por las calles que sufren con los ciclistas las últimas pedaladas. En la meta pudimos hablar con un mito del ciclismo, Perico Delgado, que nos dio su opinión sobre la colocación de la llegada en pleno centro vallisoletano: “Ya que traer la salida o llegada de una Vuelta a España cuesta un dinero, la mejor manera de invertirlo es facilitándoselo a la gente y luciendo tu ciudad. Solo hay que ver la respuesta del público”. Y es que en este sentido la buena acogida de la etapa le ha sorprendido: “Se lo decía a mi compañero Carlos De Andrés, la cantidad de gente que había en la meta arropando a los corredores. Eso es precioso porque hacía años que no veíamos tanta gente siguiendo la carrera”.

En este sentido coincidía otro ex ciclista, conocedor de un deporte que le vio en lo más alto en el Tour de Francia. Óscar Pereiro se mostró “encantado” con la ubicación de la llegada porque “a mí me da mucha pena cuando los ciclistas pasan por zonas industriales por ejemplo. El ciclismo hay que traérselo a la gente que hemos pasado un bache muy grande y mira la cantidad de gente que hay hoy porque estamos en el centro de la ciudad. Esto es lo que hay que recuperar y esta tarde hay que felicitar a quienes lo han organizado”. La buena acogida no sólo sorprende a Pereiro, que afirmó que “los ciclistas me lo dicen, que están alucinando este año con el cambio de mentalidad que ha dado el público de cara a ver la Vuelta” y es que Valladolid ha sido el ejemplo perfecto de una creciente afición por el ciclismo.

La ciudad está disfrutando cada vez más con el deporte y existe una unión creciente entre los ciudadanos y esta clase de eventos. Valladolid se conforma como una ciudad amante del deporte y la conexión está dando sus frutos en diversos planos como el social o el económico. Si los vallisoletanos seguimos respondiendo como este jueves, dejaremos claro al mundo del deporte que en el centro de la meseta tiene su casa.