FOTOS Mariano González
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Valladolid se impone en la mitad de los combates

14 de Diciembre de 2013
Imagen de mgonzalez
Escrito por
Mariano Gonzalez

En el primer combate de la noche -a 3 asaltos de solo 2 minutos, dada la novel categoría de los contendientes-, se decidió a los puntos a favor del bañezano Aarón Miñambres. Ya en la categoría de debutantes, a 3 de 3 y sin casqueta, pudimos ver a un Brayan Altacura, también de La Bañeza, que no es la primera vez que calza sus guantes en un rin vallisoletano. Con la bravura que nos tiene acostumbrados se impuso a los puntos al representante del club Amigos del Boxeo de Burgos, Springe Mor Dieng Lo, boxeador de color de grandes hechuras y un brazo que en principio aprecia temible por su envergadura pero que para nada amedrento a Altacura.
 
La noche entraba en platos fuertes. El segoviano Eloy Cuesta Vallejo-Najera (al parecer pariente del afamado siquiatra) inauguraba su palmarés imponiéndose al vallisoletano Alvaro Antonio Tovar en la categoría de los 81 kilos por KO técnico en el 3º asalto ya que el árbitro se vio obligado a parar el combate tras tres cuentas de 8.
 
Poca historia tuvo el combate de los 90 kilos, el segoviano Pawed Roboski infringió un durísimo castigo desde el momento en que el árbitro gritó “box” al burgalés Luis Anibal Rua. Castigo que el fondón contendiente del club de boxeo amigos de Burgos no estaba dispuesto a soportar por lo que se desentendía continuamente de lo que estaba pasando sobre el ring. Los árbitros se vieron obligados a cortar el combate en el primer asalto para evitar males mayores.
 
En los 75 kilos poco podía hacer Javier Alonso Acosta con el vallisoletano David Diez Martín, del club Covaresa CDO. El combate dejó claro que en 3 asaltos de 3 minutos puede pasar de todo, los corrillos de ”entendidos” daban por perdido al vallisoletano pero tras derribar varias veces al burgalés destrozó los pronósticos, quizás demasiado arriesgados de los espectadores.
 
Finalizaba el tramo de los debutantes con la presencia en el ring de los vallisoletanos Javier Castañeda Romero y Ángel García. La mayor veteranía de Ángel García se impuso no sin dificultad al boxeador TXR Cabezón.
 
En la categoría de intermedios con 81 kilos Roberto Hernández Cuña, de León, intentaba sin éxito imponerse al segoviano  Carlos José Rincón. En el combate de los 69 kilos, Domingo Mulas Gallego vencía por KO técnico al burgalés Esteban Mateo que tuvo que retirarse por una lesión en el codo.
 
En los 60 kilos a Rubén Aparicio Calle le tocó lidiar con la más fea. La Rondilla es el terreno natural de “Salvi”. El púgil vallisoletano, cada vez más cuajado y cada vez más boxeador, sigue con su norma de no dejar que su contrario reaccione, no dejarle casi que tome conciencia de que está en un combate de boxeo. Lo que ya podría llamarse el vendaval Salvi se va cuajando en una ciclogénesis perfecta. Combate a combate Salvador Jiménez Mañuco se va haciendo boxeador de los de grandes carteles. Poco queda del boxeador atolondrado de hace un año y medio, y aunque aún hay mucho por pulir la evolución técnica y sobre todo táctica del joven púgil vallisoletano hace albergar muchas esperanzas sobre su futuro. Esperemos que sus mentores sepan encauzarle por el buen camino.
 
En los 64 kilos otro triunfo para el club Boxeo Valladolid, Héctor del Caño Barrio se impuso sin dificultad a los puntos al segoviano Luis García Trillo. Y antes de los platos fuertes de la categoría élite absoluto había que pasar por el trámite obligado del boxeo femenino. Belén Azorita, de Covaresa Valladolid, se impuso a Almudena Alonso, del Ultimate Segovia.
 
Sobre las diez y media de la noche hacían su aparición en el ring de La Rondilla dos pesos de la categoría de 90 kilos, el vallisoletano Manuel Varela y el ruso afincado en Segovia Illya Shramovych. No tuvo suerte con su contricante Manuel Varela. El disciplinado púgil eslavo se mostró demasiado rocoso para el vallisoletano, que solo pudo ante su público dar una auténtica lección de pundonor ya que en ningún momento apartó la cara al duro castigo que estaba recibiendo. En la categoría de los 75 kilos se enfrentaba Alberto Otero con el vallisoletano Miguel Cuadrado. Bonito combate el de Miguelón que ante un polideportivo de La Rondilla volcado se impuso, no sin dificultad, al leonés Alberto Otero.
 
Para cerrar la velada, plato fuerte. Enrique Presa venía dispuesto a dar la sorpresa a Antonio Iglesias, pero Toñin una vez más ha demostrado que es un boxeador que manda sobre el ring. Mide los tiempos, ataca, se repliega, sabe cuándo hay que llevar a su contricante al rincón y cuándo hay que hacer gala de su condición de gran esgrimista. Puede parecer que nos ciegue la pasión pero no tenemos que equivocarnos si decimos que Toñin está llamado a las más altas cotas del deporte del cuadrilátero.
 
Gran velada en La Rondilla que debería servir para que el germen de colaboración del Ayuntamiento vallisoletano con el boxeo en forma de promoción de las categorías inferiores arraigara rompiendo cliches y estereotipos.