Valladolid gana los cinco combates (2 por KO técnico)

La noche del viernes el pabellón de  la Rondilla presentaba el aspecto de los grandes acontecimientos. Pedro Retuerto, presidente de la Federación de Boxeo de Castilla y León se ha empeñado en que el deporte del cuadrilátero salga a flote en nuestra región y todo hace prever que lo va a conseguir. La velada programada para este fin de semana se planteaba en dos vertientes muy diferenciadas aunque con el denominador común  de buen boxeo olímpico.

Los cuatro primeros combates, a 4 asaltos de 2 minutos cada uno, se encuadraban en la 1ª Liga Vallisoletana de Boxeo. Nueva experiencia que puso a combatir a púgiles de Valladolid y Burgos, unos más conocidos como Adry Cerreduela  que se impuso a los puntos al burgalés Andrés Mauricio u otros que era la primera vez que se subían al cuadrilátero de la Rondilla como el saharaui Moha que perdió  a los puntos ante el también  africano afincado en Burgos Serigne Mor Diego Lo. Bastante interés despertó el combate de más de 80 kilos entre los dos adrianes, Zuatkoz y Vázquez. La categoría, máxime cuando  los contendientes derrochan bravura propicia peleas siempre interesantes . Al final se impuso Zuatkoz, el pupilo del New Scooll Figters pero sin que el de Cabezón cediese un paso atrás ante las durísimas  acometidas de su contrario. Cerró el cupo de la liga el combate entre Romelki Antoni López del CDO  y Fernando Gómez del Club Boxeo Valladolid; las poco ortodoxas maneras de Romelki, aunque aguerridas, de poco sirvieron y al final  se impuso Gómez a los puntos

El último combate antes del descanso ya enfrentaba a vallisoletanos contra sevillanos Comenzaba el otro gran reto de la noche el desafío entre Valladolid y Coria del Rio y para empezar a calentar los ánimos el ídolo de la afición vallisoletana , Salvador Jiménez, Salvi, que sigue contando sus combates por victorias. Esperemos que las llamadas a entrenar con la selección nacional nos den la medida autentica de sus posibilidades . Por el momento no tuvo ningún problema en deshacerse de Sergio Bejarano que en esta ocasión lucia con lógico orgullo -aunque de poco le sirvió-el uniforme de representante del Equipo Nacional. 

Muy serio estuvo Héctor del Caño Barrio que no encontró ningún problema en su combate con el coriano José Pérez Henares al que venció a los puntos por unanimidad delos jueces. Ya antes de comenzar la velada Marban, entrenador de Manuel Varela vaticinaba lo mejor para su pupilo del que afirmaba que se encontraba muy concentrado. Su oponenete, Jesús Jiménez (Termi) Rodriguez la verdad llegaba un poco sobrepesado, pero cuando te enfrentas a un mocetón de 85 kilos cualquier descuido es peligrosísimo, como pudo comprobar Varela este verano en Tudela de Duero. No fue así esta vez y el púgil del Boxeo Diablo de Laguna de Duero  con un boxeo serio y contundente se impuso a los puntos.

En el anteúltimo combate  gloria y decepción, gloria porque Miguel Cuadrado, en el primer minuto del primer asalto, cuando los fotógrafos casi no habían enfocado sus cámaras hacia el cuadrilátero, pilló con el paso cambiado a su contrincante haciéndole hincar la rodilla en la lona con la mirada perdida en la grada, cuanta de diez y se acabó la historia del sevillano Miguel Sales. Hasta aquí la gloria. La decepción vino de no poder gozar del espectáculo del boxeo de este estudiante de ingeniería  mecánica que en sus ratos libres afianza su hueco en el panorama del boxeo español.

Y la noche estaba metida en prisas. La esperanza de la noche para los buenos aficionados, los que prefieren un buen combate ganado a los puntos que un expeditivo KO técnico sobre todo si el que se exhibe entre las cuerdas es de la categoría de Toñín Iglesias se vieron frustradas esta vez en el segundo asalto en que Rafael Cumplido, arrinconado en las cuerdas tuvo que obedecer la orden del árbitro de abandonar la pelea ya que Toñín le había cazado sin remisión. 

Buena noche en definitiva en el Polideportivo de la Rondilla que ve como se incrementa el número de aficionados que llenan sus gradas. Dios queira que los éxitos deportivos compensen los problemas que administrativamente le sobrevienen a la Federación.