Qué mejor tributo que un K:O:? FOTOS: Mariano Gonález
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Tributo a Muhammad Ali
11 de Junio de 2016
El sonido de diez campanadas en honor al boxeador más grande de la historia, Muhammad Ali, dieron comienzo a una nueva jornada de la Liga Dexxter Volprint, que en esta ocasión se desplazó hasta el polideportivo Municipal de Laguna de Duero. A orillas de la laguna, 18 boxeadores quisieron rendir tributo al hombre que volaba como una mariposa y picaba como una abeja con una velada que dejó sensaciones para todos los gustos.
La noche comenzó con mal pie para los intereses vallisoletanos. Hernán Cortés (Club Boxeo Valladolid) se topó con un Enrique Beut (Club Origen) que fue un martillo percutor sobre el ring. El madrileño sacó un arsenal de golpes y dejó con poca respuesta a un Hernán que acabó desfondado y perdiendo a los puntos por decisión unánime.
El segundo envite terminó con polémica. La decisión de cerrar como nulo el duelo entre Julio Zoreda (Boxeo Valladolid) y Leonardo Bravo (Club Origen) levantó ampollas entre los aficionados. El púgil local firmó un combate técnicamente exquisito y buscó en todo momento dar caza a un rival escurridizo. La venganza la sirvió su compañero de equipo Sergio Hernández, que con un cóctel de esquiva, contraataque e iniciativa tejió una tela de araña de la que no pudo escapar el madrileño Javier Álvarez. La balanza a favor del Boxeo Valladolid la empezó a decantar Isaac Olmedo. Pantera hizo un ejercicio de paciencia para encontrar la tecla que derrocara a Lucas de Losmez (Guzmán C-13) a los puntos por decisión dividida.
Los púgiles laguneros recibieron la cara y la cruz de la moneda en su propia casa. El pupilo de Bernardo Marbán, Lucas Gómez (Club Diablo) se lanzó a una pelea de terremotos con Leonel Rodríguez (Club Tristán) del que el brasileño salió derrotado a los puntos por decisión dividida. La cara salió del lado de Adrián Perriño (Lagu-Sancal) que venció a los puntos (por decisión dividida) a Carlos Cuesta (Club Origen) en un duelo de gallos en el que ambos púgiles demostraron saber lanzar manos y encajar golpes.
Con Salvi llegó la locura a Laguna. El boxeador del Boxeo Valladolid volvió a derrochar talento en la esquiva y pólvora en el golpeo para llevarse por unanimidad la pelea ante Bryan Alexis (Club Tristán) para el que cada intento de responder al vallisoletano era como predicar en el desierto; el ring era territorio de Salvi Jiménez. Apareció de nuevo la cucharada de cal en Laguna, donde nadie entendió que los árbitros no dieran por ganador a Antonio Iglesias (Boxeo Valladolid) ante Eduardo Cobos (Club Tristán). Toñín se puso a las espaldas el peso del combate y con una técnica cada día más pulida empujó a las cuerdas al púgil toledano, que si bien es cierto no daba puntada sin hilo cada vez que lanzaba el guante. Suficiente para llevarse el combate por decisión dividida.
El epílogo de la velada lo escribió Miguel Cuadrado (Boxeo Valladolid). Miguelón volvió a ser Mr. KO. Apenas unos segundos necesitó el vallisoletano para matar y rematar con un directo y un gancho a Pablo Arroyo (Club Origen) y bajar el telón a la noche de combates con su inconfundible firma.