¡¡Reto conseguido!!

Sin embargo, los fríos datos y números no reflejan la emoción que se vivió en la Cúpula del Milenio durante todo el fin de semana. "Sólo sea la excusa para llamar la atención sobre este proyecto de lucha contra el cáncer. Lo importante son ellas, nuestras princesas", aseguraba Sergio Monge al inicio del reto, cuando completó las 24 horas, a dos para conseguir el objetivo o apenas veinte minutos después de haberse bajado de la bici.

Pero esa excusa, como él mismo afirmaba, contó con apoyos durante todo el sábado y la mañana del domingo. Con el alcalde a las ocho de la mañana, en el inicio de la prueba, acompañando en las primeras pedaladas; con caras conocidas -como las de la diseñadora Esther Noriega o el jugador de fútbol Borja Fernández, entre el gentío que se acercaba a la Cúpula, con el esfuerzo del padre de Ana del Fraile en los últimos kilómetros de la carrera, pero también con la intimidad de la madrugada, donde sólo los íntimos acompañaron a Sergio en la soledad de la noche.

Y no fue un camino de rosas, más bien un trayecto lleno de espinas. Problemas gástricos, ampollas por culpa del sillín, calambres, sueño, incluso pequeñas alucinaciones, acompañaron al corredor durante las más de 29 horas del camino. Sin embargo, Sergio mostró una lucidez casi asombrosa durante la mayor parte del reto, atendiendo a los medios de comunicación cuando se le solicitaba o marcando uno a uno los kilómetros que restaban para conseguir el objetivo.