Ricardo Barrera (centro) estuvo acompañado por Marina Bueno y Javier Barbas. FOTO: valladoliddeporte
Ricardo Barrera (centro) estuvo acompañado por Marina Bueno y Javier Barbas. FOTO: valladoliddeporte
Ricardo Barrera (centro) estuvo acompañado por Marina Bueno y Javier Barbas. FOTO: valladoliddeporte
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Los clubes piden su turno de palabra

22 de Julio de 2012
Escrito por
Guillermo Sanz

El hilo argumental de la historia de la Federación de Natación de Castilla y León escribe otra línea con tinta negra. Después de que la Territorial decidiera destituir, extraoficialmente, al candidato a la presidencia, David del Campo, como entrenador del Centro de Tecnificación de Valladolid y de retirar la beca, por buenos, a siete de los nadadores más prometedores de la comunidad, varios clubes de Castilla y León han pedido la palabra para manifestar su enfado con la gestión que está llevando a cabo la directiva vigente.

El director deportivo del club Gimnasio Valladolid, Ricardo Barrera, fue el portavoz de una iniciativa promovida en unión con el C.N. Zamora y el C.N. Parquesol. Escoltado por Javier Barbas, técnico del club zamorano, y Marina Bueno, presidenta de Gimnasio Valladolid, Barrera, previa disculpa por la ausencia del representante del otro club vallisoletano (al encontrarse en Barcelona con motivo del Nacional Infantil), puso voz a los motivos que han llevado a pedir el turno de palabra. “Los clubes entendemos que la actual Federación no puede tomar decisiones que condiciones drásticamente el futuro de la natación de Castilla y León”, explica.

Los convocantes han tenido que recurrir al Reglamento General de la Federación Española de Natación (ya que la Territorial carece de un Reglamento General publicado) para encontrar un motivo que limite las maniobras de la actual directiva, hasta que las elecciones se reanuden y determinen quién será el nuevo presidente. Los estatutos de la RFEN exponen que “la comisión gestora (un cargo que no se ha creado) únicamente se encargará de administrar y gestionar durante el proceso electoral. No podrá realizar actos que, directa o indirectamente, mediata o inmediatamente, induzcan o condicionen el sentido del voto de los electores, y deberá conservar los principios de objetividad, transparencia del proceso electoral e igualdad entre los actores electorales”. Una normativa que se entendería como incumplida en el momento en el que se cuece un despido (el de David del Campo), una contratación (la de Roberto Pacios) y la retirada de becas. 

Los clubes reclamantes desaprueban las medidas “aparentemente partidistas” de la Territorial: La destitución (sólo informada a los nadadores del Centro de Tecnificación Deportiva de Valladolid y no al implicado) de David del Campo, técnico del centro y candidato a la presidencia, anunciando que su sustituto será Roberto Pacios, entrenador del Centro Provincial de Burgos “y persona que ha mostrado su afinidad por el otro candidato, Antonio García Carbajo (Delegado de Valladolid y vicepresidente de la Federación de Castilla y León)”.

También denuncian la retirada de becas a nadadores punteros de la comunidad, alegando su alto nivel deportivo y siendo informados por el presidente de la Territorial, Domingo Redondo, de que el motivo se ajustaba a la “afinidad con la precandidatura que se presenta como alternativa a la gestión existente”. El primer criterio de retirada de becas supone un choque frontal con las metas marcadas, para un Centro de Tecnificación, por el Consejo Superior de Deportes, que no es otro que la “consolidación de deportistas de alto nivel”.

A su juicio, tanto el despido de David del Campo como la retirada de becas no son medidas tomadas de “buena fe y por el buen funcionamiento de la federación. Más bien parecen ser represalias contra todas las personas o clubes que han decidido posicionarse a favor de uno de los candidatos”, explica Ricardo Barrera.

Las últimas medidas llevadas a cabo por la Territorial, unidas al gran malestar mostrado por las irregularidades presentes en un proceso electoral que se encuentra en estado de espera hasta que el Tribunal del Deporte dictamine su reanudación, han llevado a estos tres clubes a alzar la voz para hacer llegar a la Dirección General de Deportes el mensaje que avisa del “grave perjuicio para los intereses de la comunidad, tanto deportivos como económicos”. Que las mayores promesas de la natación castellana y leonesa emigren a las distintas federaciones nacionales permitirá a otras comunidades recoger el fruto que se está sembrando en Castilla y León, con el consiguiente daño que supondría que otras regiones rentabilicen el trabajo realizado en esta comunidad. En otras palabras, una fuga de cerebros que dejaría temblando el futuro medallero autonómico. 

Además, reclaman que las personas que están dictaminando estas decisiones, “fuera de su competencia en la situación actual”, se hagan responsables de las mismas de manera personal, y “no amparándose bajo el paraguas de la federación”, a la vez que solicitan que durante el tiempo que dure el proceso electoral no se tome ninguna decisión que pueda hipotecar la gestión del próximo presidente. “Marina Bueno se ha dirigido a Domingo Redondo para que estas decisiones se voten en Asamblea y no tres personas, sin consultar a nadie más. El presidente ha respondido que no la va a convocar”, asegura Ricardo Barrera.

Los clubes Gimnasio Valladolid, Parquesol y C.N. Zamora van más allá y piden públicamente que rueden cabezas en la Territorial, solicitando la dimisión de la directora técnica de la federación, Nuria Rodríguez, por “atender a decisiones partidistas e interesadas en detrimento de la natación de Castilla y León”, y comunican su interés en que Domingo Redondo dé explicaciones, a clubes y nadadores, de por qué razón “no ha cumplido con sus obligaciones como presidente durante los últimos años”.
Por último, los clubes, quisieron pedir a las instituciones y organismos que “actúen lo antes posible y resolutivamente, dado que esta situación ha llegado demasiado lejos”. Empieza a antojarse fundamental la necesidad de incorporar al conflicto una mente fría cargada de cordura para instaurar la calma en una guerra que está dejando, y ante todo, herida demasiado profunda en la coraza de la natación castellana y leonesa.