La UVa se queda sin ascenso
La Universidad de Valladolid luchaba por conseguir una plaza de ascenso a la primera división del bádminton español pero ese anhelo deberá esperar un año más. Y es que, en las instalaciones deportivas del Club del Mar San Amaro de A Coruña la fase de ascenso a la categoría de plata del bádminton nacional y la UVa participaba en ella. Ocho eran los clubes candidatos para cuatro plazas posibles. El equipo se presentaba con muchas ganas e ilusión de poder recuperar la plaza perdida la temporada pasada, con Marta Fernández, Lucía García, María Moya y María Vijande, en el lado femenino, y en el masculino por Eduardo Bayón, David Bocos, Ángel Sánchez y Daniel Fernández.
De entrada el sorteo no resultó demasiado favorable a los vallisoletanos al encuadrarse en un grupo en el que todos aspiraban a lo máximo presentando unos equipos con un nivel de juego muy elevado. Equipos como San Fernando de Valencia, El Campello de Alicante, el malagueño Jorge Guillén y el catalán de La Garriga eran huesos duros de roer para la UVa. Encuentros a siete partidos, dos individuales masculinos, dos femeninos y un doble de cada - masculino, femenino y mixtos- preveían un día muy cargado de competición.
La primera fase de clasificación comenzaba con San Fernando, un encuentro muy duro desde el principio en el que Fraile reservó a sus mejores espadas para los partidos de individuales y dobles, desechando de entrada el primero de los partidos de dobles mixtos con el que se habría la mañana. Derrota en este, triunfo de los dos dobles y encarrilando bien el encuentro se afrontaban los cuatro individuales restantes. Estos, que fueron de mucha dureza e igualadad, no se decantaron niguno para los pucelanos provocando una derrota de 2-5 y dejando bastante tocado a todo el equipo para el segundo envite ante Jorge Guillén.
Este equipo andaluz, que acababa de "casi" perder la categoría en su Primera División al haber acabado en un puesto de promoción que le daba una segunda oportunidad de recuperarla presentándose a esta fase de ascenso, venía con ilusiones doblegadas y con un equipo muy compensado en su lado masculino y femenino. El ánimo, de por sí bajo tras la derrota anterior, y el juego que empezó a perder muchos enteros en relación a lo que se podía haber dado, provocó un 1-6 final que tiraba por tierra las esperanzas de luchar por una de las cuatro plazas de ascenso.
A partir de ahí cansancio físico y mental se fueron acumulando y con un cambio en el planteamiento, las alineaciones se fueron diseñando para dar espacio al resto del equipo para que pudiera haber un revulsivo. Nueva derrota contra La Garriga (2-5) y a esperar los cruces de la quinta a la octava posición, que ya no entraban en los planes de los universitarios. Al final un triste septimo puesto, ganando a lo largo del intenso fin de semana el último encuentro contra los barceloneses de Viladecans.
La temporada continúa. Los retos de muchos de estos jugadores no han cambiado en lo que se refiere a su competición individual para lo que queda de temporada y el equipo ha de seguir con la cara bien alta y orgullosos de haber luchado por un objetivo en el que se llevaba pensando desde que el año pasado se produjo el tropiezo del descenso. Triste y para nada merecido final de esta liga nacional para estos jóvenes deportistas cargados de mucha ilusión y de mejor juego con la raqueta y el volante en la mano .