La Asociación de la Prensa de Valladolid reclama que se aumenten las medidas para proteger la libertad de prensa y el trabajo de los periodistas
En el Día Mundial de la Libertad de Prensa 2023 se ha reivindicado que se refuerce la libertad de prensa y se ha exigido una mayor seguridad e independencia a la hora de que los periodistas puedan realizar su trabajo. Informadores/as de Valladolid capital y provincia se unieron para leer el manifiesto de la APV en el que se suma a las peticiones de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) que reproducimos a continuación:
Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, desde la Asociación de la Prensa de Valladolid respaldamos a la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que se une a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), en su petición por que se refuerce la libertad de prensa y en su exigencia a los Gobiernos a investigar y responder a los ataques contra los medios de comunicación. Para ello, reclama la adopción urgente de un instrumento vinculante de la Convención de la ONU que garantice mayor seguridad e independencia de los periodistas. Asimismo, lamenta que la libertad de expresión esté lejos de actuar como motor de los demás derechos humanos y que la libertad de prensa esté dando claramente un paso atrás.
La FAPE, además, subraya la necesidad de luchar contra las amenazas que sufre la libertad de prensa, un derecho que nunca debe darse por conquistado, como son las ruedas de prensa sin preguntas, los vetos al acceso a la información, los señalamientos, las agresiones a periodistas, el requerimiento de fiscales y jueces para revelar fuentes, las querellas abusivas para frenar las investigaciones y la precariedad en el empleo, que incide negativamente en el periodismo de calidad.
Ante eso, es preciso avanzar en la garantía del secreto profesional y de frenar el creciente acoso que se produce por las redes sociales y que afectan a la libertad de prensa y a la información veraz, rigurosa y contrastada. Del mismo modo, alerta de las restricciones que se producen desde los centros de poder y que afectan a todos los ciudadanos ya que se coarta la libertad de información a la que todos tienen derecho.
Las cifras hablan por sí solas. Según la última lista de la FIP de profesionales de los medios de comunicación, 67 periodistas fueron asesinados/as en 2022 durante el ejercicio de su deber. Además, han sido muy pocos los casos que se han investigado, ya que desafortunadamente la impunidad en los asesinatos de trabajadores/as de los medios ha sido la norma a lo largo de los años.
La FIP también señala las continuas medidas represivas contra los medios de comunicación, que han provocado el encarcelamiento de un gran número de periodistas, con al menos 375 en 2022. China se ha convertido en el país donde hay más profesionales en la cárcel a nivel mundial.
Las guerras en curso y los disturbios civiles en países como Afganistán, Irán, Hong Kong, Myanmar, Perú, Sudán, Ucrania y Yemen también han provocado el asesinato deliberado de periodistas. Desde que Rusia invadió Ucrania, el 24 de febrero de 2022, trece periodistas han muerto. Asimismo, miles de periodistas afganos/as y sus familias han tenido que abandonar dicho país por miedo a ser asesinados.
La vigilancia digital y el uso generalizado de programas de ciberespionaje que se han utilizado contra cientos de periodistas con el fin de silenciar sus historias, han puesto en riesgo a muchos/as periodistas al ver cómo se hacían públicos su paradero y sus fuentes, así como otros datos personales. Las leyes represivas y las Demandas Estratégicas contra la Participación Pública (SLAPP, por sus siglas en inglés) también se han utilizado ampliamente para frenar la libertad de expresión y obligar a los y las periodistas a autocensurarse en todo el mundo.
La frágil economía de los medios de comunicación o la escasa representación sindical han provocado drásticos recortes en las redacciones, con despidos masivos y una mayor discriminación de las categorías más vulnerables de periodistas.
La FIP deplora que, a pesar de la buena voluntad expresada en las dos resoluciones de la ONU (1738 y 2222) sobre la protección de periodistas en zonas de conflicto, no se haya asumido ningún compromiso real para erradicar la violencia contra los y las periodistas, garantizar su seguridad e ilegalizar cualquier ataque en su contra.
Desde la Asociación de la Prensa de Valladolid nos sumamos a todas las reivindicaciones que se han mencionado para poder realizar nuestro trabajo en las mejores condiciones. Un periodismo local, provincial y también de ámbito regional y nacional digno del que se puedan sentir orgullosos los ciudadanos y las ciudadanas de Valladolid y de Castilla y León, y que fomente el pensamiento crítico de la sociedad. Porque sin periodismo, no hay democracia.