El homenaje a los que están sin ver a un ciclista
Por eso es de justicia que esta última contracrónica sea un pequeño homenaje a aquellos que están en la carrera sin dar un pedal, hacer una fuga o preparar un sprint. Desde las azafatas que ponen la nota de color al podio, pasando por el `speaker´ que ameniza la llegada o la salida de los corredores o la voz de radio vuelta que pone en situación de cada metro de la carrera.
Tampoco hay que olvidar a aquellos que montan y desmontan cada salida y cada llegada. No ven a un ciclista en los cinco días de competición pero sin ellos los corredores serían incapaces de dar un paso sin dudar. Muy pocos son vistos por los medios de comunicación, directores o simples aficionados, pero todos sabemos que están por esas cartulinas verdes o naranjas que marcan el camino a seguir.
Y en esta vuelta todo el mundo echa una mano. Desde un José Luis López Cerrón, responsble de Caldalsa, haciendo de improvisado guardia de tráfico, al presidente de la Federación Regional, Roberto Coca -que lo mismo es traductor, que árbitro, que "apagafuegos", al omnipresente Miguel Angel, que en una misma persona engloba al jefe de prensa, relaciones públicas, enlaces con radio vuelta o mil historias más.
A la Guardía Civil, a la Cruz Roja, al coche que abre carrera, al que la cierra, en definitiva a todos los que ayuda a la Vuelta a Castilla y León estas línea de humilde homenaje y felicidades por este 25 aniversario. El próximo año, más de lo mismo.