EL EJERCICIO HIIT, ALIADO CLAVE EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA
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Aunque las causas del cáncer de mama son complejas y no siempre se pueden prevenir, existen medidas que pueden reducir considerablemente el riesgo de desarrollarlo. Entre estas medidas, el ejercicio físico, especialmente el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT, High-Intensity Interval Training), ha demostrado ser una herramienta eficaz no solo para la prevención del cáncer de mama, sino también para la gestión de los efectos secundarios que surgen durante y después del tratamiento.
Así lo remarca un informe publicado recientemente por el German Cancer Research Center, que muestra cómo el ejercicio físico, incluyendo actividades HIIT, mejora significativamente la calidad de vida de pacientes con cáncer de mama avanzado, ayudando a combatir los efectos secundarios de los tratamientos como la fatiga y la disminución de la capacidad física.
En el mismo sentido, otro estudio realizado en Japón durante 12 semanas comprobó cómo las personas involucradas mejoraban su capacidad física, con los efectos positivos que derivaban sobre la fatiga asociada al cáncer.
Estas conclusiones, han llevado, en los últimos años, a las principales instituciones sanitarias a poner mucho énfasis en el deporte como gran medicina contra el cáncer en general. “El ejercicio físico puede desempeñar un papel fundamental como estrategia para reducir tanto el riesgo de recurrencia del cáncer como de la aparición de otras enfermedades y contribuir de forma muy positiva a la supervivencia de las personas que han superado un cáncer”, señala la Fundación Grupo Español de Investigación de Cáncer de Mama (Geicam).
“A las pacientes de cáncer de mama y para aquellas que han superado la enfermedad, recomendamos entrenar tres veces a la semana con un entrenador certificado que pueda adaptar sus movimientos”, detalla Efthalia Tsimkas, entrenadora de la cadena Brooklyn Fitboxing donde predominan los ejercicios HIIT y de fuerza que tanto se recomiendan en estas situaciones.
Fitboxing, el perfecto aliado para reducir el riesgo de cáncer
Con todo y ello y teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana para reducir el riesgo de cáncer, el boxeo sin contacto o fitboxing aparece como una de las actividades más idóneas en esta situación.
Con sesiones de 47 minutos de duración, el fitboxing destaca por su combinación de fuerza y resistencia que tantos beneficios ofrece a sus practicantes. Este entrenamiento mezcla boxeo sin contacto y ejercicios de fuerza al ritmo de la música, para no solo ayudar a quemar calorías rápidamente, sino que también mejora la salud cardiovascular y mental, factores clave para reducir el riesgo de cáncer.
Además del boxeo sin contacto, actividades como la natación, ejercicios de resistencia, el yoga y ejercicios aeróbicos como caminar y trotar también son recomendados por su capacidad para mejorar el estado físico general y reducir los niveles de estrógeno.
En resumen, los estudios científicos respaldan de manera concluyente la relación entre el ejercicio regular y la reducción del riesgo de cáncer de mama. Mantener un estilo de vida activo y saludable, combinado con otros hábitos de vida conscientes, puede marcar una diferencia significativa en la prevención de esta enfermedad devastadora.