Dos vallisoletanos hacen historia
Si a alguien le vino especialmente bien la ola de calor que asolaba el este de Europa fue a la pareja de castellano-leoneses, que se encontraron unas condiciones meteorológicas muy similares a las de un caluroso y seco Valladolid en verano. El equipo encontró con rapidez las configuraciones con las que volarían las tres mangas clasificatorias y las dos semifinales que les llevarían hasta la soñada final.
El primer día de vuelos finalizó con los españoles encabezando la clasificación, ya que hicieron recorrer a su bólido los 10 kilómetros de distancia que suponen las 100 vueltas que se dan al circuito de carreras en un tiempo de 306. Sin embargo, no pudieron rebajar este tiempo en las otras dos mangas clasificatorias, algo que sí consiguieron los históricos equipos dominadores de la modalidad: rusos, ucranianos y franceses.
Tras una merecida jornada de descanso, llegó el día definitivo. El viernes 9 de julio, los nueve mejores equipos del Campeonato de Europa se disputaron los tres puestos para la final en dos rondas de semifinales. En la primera ronda, los vallisoletanos detuvieron el cronometro en un fantástico 305 mientras que los hermanos franceses Surugue-Surugue consiguieron alcanzar un 303, consiguiendo volar la carrera más rápida de todas las semifinales. En la segunda ronda de semifinales saltó la gran sorpresa del día cuando los experimentados rusos Shabashov-Yougov con un fenomenal 304 se colaron entre los castellanos y los franceses cerrando así la lista de los equipos que participarían en la final.
Como colofón al Campeonato de Europa, la final comenzó con un agobiante calor, lo que hacía presagiar una dura final en la que los aeromodelos tendrían que recorrer el doble de la distancia habitual: 20 kilómetros en una carrera de 200 vueltas. Por ello, la forma física de los pilotos, el buen hacer de los mecánicos y el correcto set-up de los modelos serían los pilares de una gran final. El equipo Alonso-Iglesias se encontró con problemas mecánicos que ralentizaron sus entradas a boxes (que al igual que en la Fórmula 1, sirven para hacer pequeños ajustes a los modelos a la vez que se llenan de combustible los minúsculos depósitos de los aviones).
Al mismo tiempo, rusos y franceses iban sacando distancia a los nuestros. Fue en los últimos compases de la final cuando saltó la sorpresa puesto que una descalificación por acumulación de faltas a los galos Surugue-Surugue otorgó la primera posición a Shabashov-Yougov y una merecidísima medalla de plata a los vallisoletanos Alonso-Iglesias.
El equipo ya ha confirmado su próxima participación en el Warm Up Cuidad de Valladolid organizado por el Club Aerovall con motivo de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.