Borja Carracedo, rey del viento

En la II Copa Valladolid Memorial Ángel Lozano, Borja Carracedo fue como Mahoma, profeta en su tierra. El ciclista del Tinlohi explotó de alegría cuando su bicicleta fue la primera en pasar por la meta situada en los aledaños del Pabellón Lalo García. Su conocimiento de la última subida fue un as de la manga para el junior del club vallisoletano. 

No fue una carrera fácil y el corredor tuvo que hacer un ejercicio de paciencia desde el mismo momento en el que la Plaza Mayor de la Cistérniga fue testigo del pistoletazo de salida. Los corredores que desafiaron al fuerte viento y al intermitente frío que azotó Valladolid durante la mañana de domingo se encontraron con el primer reto ante sus ojos a su paso por Renedo. Allí esperaba la primera de las cuatro subidas que escondía esta prueba puntuable para la Vuelta Ciclista de Castilla y León, y allí, el compañero de Borja Carracedo, Adrián Mena, comandaba la carrera, acosado por Jesús Medrano, del equipo burgalés Gerardo de la Calle. En lo alto de la montaña los corredores cogieron aire fresco y un pelotón con 20 cabezas intentó la primera escapada.

Aguantando el ritmo de las pedaladas de esta veintena de valientes, la carrera llegó hasta Tudela de Duero y cuando el recorrido llegó a La Parrilla, Medrano ya había decelerado y el panameño Cristofer Jurado, del Bathco, marcaba el ritmo de la carrera. Con el americano en cabeza comenzó una nueva escapada hasta Portillo, donde el pelotón cazó a los fugitivos y les acompañó hasta Mojados. La empedrada subida de Portillo frenó las esperanzas de varios corredores que tuvieron que bajarse de la bicicleta y empujarlas a pie para sortear la última escalada dibujada en un trazado de 107 kilómetros. Renedo, La Parrilla, La Garganta y Portillo formaron una mano que terminó por desplumar a más de un participante.  

Una nueva tentativa tuvo lugar coincidiendo con la llegada a Mojados. Cuatro valientes retaron al incesante viento y lograron poner una distancia de 30 segundos sobre sus perseguidores. Entre ellos Borja Carracedo. En ese punto de la carrera, estrategia y fuerza eran dos armas que podía decantar la balanza a favor del cuarteto de candidatos a llevarse la prueba vallisoletana. Daba igual que un día antes hubiera representado a la selección de Castilla y León en la Guipuzkoa Klasika. El corredor del Tinlohi se conocía la subida de Parquesol como la palma de su mano y era muy difícil que escondiera alguna triquiñuela para jugarle una mala pasada. 

Poco más de tres horas después (03.01.43) del inicio de la carrera, el Tinlohi demostró ser el que mejor supo capear el temporal sobre el firme vallisoletano. Con Borja Carracedo luciendo el maillot de líder de la general en lo más alto del podio, acompañado por Carlos Gutiérrez del Ávila Smilekers y Carlos Fuentes del Caja Burgos, los siguientes en pasar por la meta fueron otros dos maillots rojos: el de Adrián Mena y el de Alberto Gómez.  Un día redondo para el club vallisoletano, que se llevó los laureles que le acreditan como el mejor equipo de la etapa y de la general, con Adrián de Mena coronándose como rey de la montaña.