Aguas revueltas en la Territorial
Dos candidatos, un puesto y algunas aguas revueltas. Ese es el resumen de las polémicas elecciones a la presidencia de la Territorial del Natación, que ha entrado en un paréntesis temporal, por orden de la Junta Electoral Federativa. El organismo respondió a la petición de impugnación de las elecciones, suspendiendo el proceso electoral hasta dar con el organismo encargado de estudiar las irregularidades que se han dado en el mismo.
El Acta número 8 de la JEF expone, tras la reunión mantenida el pasado 19 de julio, que en el proceso electoral para la elección de miembros de la Asamblea General de la FENACYL y del presidente de la misma, se han detectado varias irregularidades, en la elaboración de los censos y en la tramitación del voto por correo. Un hecho que, a juicio de la Junta Electoral, vulnera los derechos de los electores, como queda reflejado en la Orden del 13/2/2006 que regula las elecciones de las federaciones deportivas en la comunidad. Esa Orden establece en su quinto artículo que la Junta Electoral es la encargada de velar, en última instancia federativa, por la legalidad y la transparencia de los procesos electorales regulados en la presente orden.
La JEF reseña que, una vez analizada la relación de los certificados del voto por correo para la elección de la Asamblea General enviados, se comprueba que mucha documentación fue enviada el 4 de junio, o lo que es lo mismo, dos días después del inicio del plazo para emitir el voto por correo, que terminaba a las 14.00 horas del día anterior a las elecciones del 11 de junio. Un baile de fechas que ha acortado el plazo para ejercer el derecho a voto, a lo que se suma la particularidad de que otros electores recibieron la suya el primer día del mismo mes. El candidato David del Campo también presentó su reclamación, al denunciar que en el mismo proceso electoral se había violado el artículo 15 del Reglamento Electoral, al no habilitar un espacio para emitir en secreto su voto. Una irregularidad en el acto de votación, según la JEF, y una falta de garantía de los electores.
Pero la problemática de las irregularidades en el proceso electoral para la configuración de la Asamblea general no es nueva para la Junta Electora. Ya en su primer acta, a fecha 17 de mayo, respondía a reclamaciones en torno al censo facilitado por la Federación. En el mismo, aparecían varios nombres que no deberían estar en el listado, en detrimento de otros tantos que sí tenían el derecho de estar inscritos. El caso más significativo se dio en el apartado de técnicos, donde hasta ocho personas fueron borradas del censo.
En medio de este caos de reclamaciones, el problema asoma la cabeza. La Junta Electoral se ha visto desbordada en su cometido por la cantidad de anomalías encontradas y ha optado por ceder el poder, en la toma de decisiones alrededor del proceso electoral de la Asamblea General y de la presidencial, al Tribunal Deportivo, al que ha facilitado un dosier en el que se explican todos los puntos irregulares que han llevado a tomar esa decisión.
Por su parte, el organismo de arbitraje, que considera que no puede garantizar la legalidad y transparencia del proceso electoral, no ha dado un sí definitivo a coger las riendas de la situación. Ese vacío legal alrededor del encargado de estudiar los actos denunciados es lo que ha llevado al JEF a suspender el procedimiento electoral hasta que se determine cuál es el órgano competente para terciar en esta situación. Pese a que su participación no está asegurada, el Tribunal de Deporte ha empezado a trabajar en el caso, pidiendo audiencia a los implicados.
Habrá que esperar para saber si las urnas dan la razón al continuismo del delegado provincial de Valladolid, Antonio García Carbajo, o a la alternativa presentada por el entrenador del Centro de Alto Rendimiento de la Federación de Natación de Castilla y León, David del Campo de la Cruz. Ambos protagonistas, así como sus divergentes opciones con la misma meta, la de mejorar la natación en la comunidad, han pasado a un segundo plano, eclipsados por la mancha de las irregularidades. El heredero al trono de la Territorial, tendrá que esperar a que las aguas vuelvan a su cauce para pescar una victoria.